La inundación de Guayaquil, una “costumbre” en cada invierno
La lluvia, que se registró entre la tarde del martes y la mañana de ayer, provocó destrozos en varios puntos de la ciudad, que, en algunos casos, alcanzó la misma magnitud de inundación del pasado 2 de marzo.
En aquella ocasión, el Municipio de Guayaquil afirmó que un nivel de marea anormal de cerca de 6 metros ocasionó que varios canales fallaran en el drenaje de agua.
La situación causó que se activaran los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal y provincial y se trasladara a 102 familias del noroeste de la urbe. La cifra aumentó en la mañana de ayer.
En la Sergio Toral, 15 familias fueron llevadas al albergue de la escuela Fermín Vera, ubicada en Flor de Bastión, porque sus viviendas sufrieron daños o quedaron en riesgo de desplomarse.
Los moradores afectados viven cerca de una zanja por donde circula el agua lluvia que proviene de lugares elevados. En una calle que está próxima se instalaron ductos para que atravesara el cauce.
Sin embargo, las tuberías quedaron taponadas, tras la lluvia caída el pasado 2 de marzo, luego de que la fuerza arrastrara restos de caña guadua de las viviendas que se desplomaron.
Silvia Rodríguez, moradora del sector, afirmó que se solicitó a Interagua que retirara las cañas pero esto no ha ocurrido hasta el momento. “Ese taponamiento provocó que se inundara el sector donde fueron trasladadas las familias... no sé si estaban esperando algún muerto para venir a limpiar”, manifestó Rodríguez, cuya casa también quedó en riesgo de desplomarse.
La escuela Fermín Vera alberga, tras lo sucedido, 33 familias, 18 de las cuales fueron derivadas de la unidad educativa Néstor Campuzano, en Paraíso de la Flor. En este sitio, en cambio, se ayuda a habitantes de Monte Sinaí cuyas viviendas resultaron perjudicadas tras el desbordamiento de un canal, hace una semana.
Las quejas por la deficiencia de las obras municipales se repiten en Balerio Estacio y Flor de Bastión, donde la colocación de ductos para canalizar las aguas lluvias empeoraron el riesgo de inundación.
En Flor de Bastión, en el bloque 8 A, cerca de la estación de la 68, fueron instalados dos tubos, luego rellenaron la calle y colocaron pavimento. Delfita Loor, quien vive hace 15 años en el sector, indicó que la obra ocasionó que no desfogara el agua de las peatonales.
Las últimas lluvias provocaron que la casa de Loor se inundara y, desde una semana y media atrás, sus muebles están encima de tablas para evitar que se dañen. “El agua ahora se empoza y no tiene por dónde salir”, aseguró Loor.
Mientras que en la Balerio Estacio, varias maquinarias trabajaban en el arreglo de un tubo que se levantó por efecto del lodo que llegó con una corriente de agua.
Cruz Tumbaco, habitante del sitio, explicó que el ducto fue instalado hace menos de una semana. “Abrieron una zanja para que circulara el agua y eso puso en riesgo mi casa... en un aguacero más fuerte se me inunda”.
En la tercera etapa de la Balerio Estacio, en la cooperativa Realidad de Dios, varias viviendas quedaron en riesgo de colapsar luego de que las tuberías colocadas para que desfogara el agua quedaron taponadas.
Problemas en el tránsito y el sistema Metrovía
Las calles del centro y norte de la urbe presentaron problemas de congestionamiento durante la noche del martes, porque el nivel del agua cubrió calzadas y veredas.
En Urdesa, Alborada, Miraflores, Mapasingue, Los Ceibos, Martha de Roldós, Guayacanes, Samanes, entre otras ciudadelas, soportaron, desde las 18:30, una lluvia que, incluso, causó que el líquido estancado ingresara en los inmuebles.
Fabricio Zambrano, en Sauces 5, tras la precipitación del pasado 2 de marzo, optó por construir un muro para evitar que su vivienda se inundara. La gestión obtuvo el resultado esperado. “Y por poco casi no resulta... aquí limpiamos los canales y alcantarillas, pero ya ni eso nos alcanza”, manifestó Zambrano.
Mientras que en otras calles del centro, como Sucre, García Moreno, 10 de Agosto y Tulcán, el desfogue de las aguas era lento y la anegación se mantenía en altos niveles hasta la mañana de ayer.
La Troncal 3 de la Metrovía, por segunda ocasión en menos de quince días, tuvo problemas para circular debido al nivel del agua en la vía a Daule.
Mayra Yépez, de Mapasingue, comentó que pasadas las 18:30 se comunicó en los paraderos que el sistema de transporte quedaba suspendido por la situación. “Si esto ocurre en cada aguacero deben mejorar el carril o, de plano, cambiar de ruta”, indicó Yépez.
A través del Twitter, varios ciudadanos reportaron que se abandonaron vehículos debido a que el nivel del agua de las calles provocó desperfectos en los motores. “Y así están las cosas con la lluvia Adivina que está flotando cerca de la palanca del carro”, posteó @Touchtino.
Por su parte, el Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) informó que los aguajes en la ciudad continuarán hasta hoy; mientras que entre el 28 y 30 de marzo se espera otro evento similar.