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Los especialistas creen que la mayoría de divorcios se da por falta de confianza

La infidelidad, un problema ligado a la pérdida de valores

La infidelidad, un problema ligado a la pérdida de valores
09 de agosto de 2015 - 00:00

Por Íngrid González y Evelyn Huacón, estudiantes de la ULVR

“El tema de la infidelidad está muy vinculado con esos valores que la sociedad ha ido perdiendo. La familia posee un gran valor para los seres humanos y se sustenta en la fidelidad que se guarden las dos personas que sustentan el hogar. Hace muchos años el valor principal que sustentaba una relación de noviazgo o marital era la fidelidad”, asegura  César Garcés Miranda, decano de la carrera de Sociología de la Universidad de Guayaquil.

De ahí que los matrimonios duraban muchos años e incluso algunos terminaban con la muerte de uno de los miembros de la pareja.

¿Pero a quién afecta más esa infidelidad?  

El psicólogo clínico y terapista de parejas Samuel Medrano Merlano asegura que esto depende más del tipo de personalidad y el grado de madurez que tenga una persona. También afirma que a los hombres se les hace más  difícil conocer sobre una infidelidad debido a que este género es menos observador y no se percata de los cambios en la conducta, mientras las mujeres suelen descubrir la infidelidad a los pocos días o semanas.

“Me casé a los 28 años. Cuando conocí a mi exesposo, lo vi como un buen profesional, un hombre hogareño, pero al año y dos meses de casada me di cuenta de que la persona que elegí no era la indicada. No llegaba a la casa a dormir, en sus prendas de vestir encontraba labial, sufrí bastante por la infidelidad de mi pareja, busqué ayuda de un psicólogo, asistí a tres terapias. En una de ellas el especialista me recomendó hablar frente al espejo y decirme lo bonita que soy. Para mí, este es uno de los mejores tratamientos que puede tener el ser humano. Ahora me amo a mí misma, me separé de él y logré superarlo”, es el testimonio de Glenda, quien logró superar el engaño.

“El ser humano es un ser de costumbres, somos víctimas de las modas. No tener un amante nos puede convertir en el más tonto del grupo, pero todo es influencia de la sociedad en la que vivimos. Para eso son los valores morales, para no dejarnos arrastrar por las modas”, indica  Garcés.

Tranquilidad y ayuda

Para Henry De la Cruz, los engaños no tienen justificación, es algo muy tormentoso. “Durante cinco años de relación mi pareja me fue infiel, me alejé, me invadieron los recuerdos, sufrí depresión, cambió mi ciclo de sueño, no comía. Me sentía tan solo que incluso le pedí a mi mejor amigo  que fuera a vivir conmigo durante un  tiempo. Luego de 2 años lo  logré superar”.

La infidelidad no sucede espontáneamente, siempre hay razones que la provocan, como la monotonía, una vida sexual deficiente, se idealiza a la pareja y ambos pueden buscar nuevas sensaciones.

Pero siempre se debe tener en cuenta que el problema es responsabilidad de la pareja. No se le puede adjudicar a una sola persona.

Según el abogado Joselito Argüello, la primera causa de divorcio es por maltratos de carácter físico y psicológico, mientras que la segunda se origina por infidelidad, sea por parte del hombre o de la mujer, aunque el tema no se lo determina como causal de divorcio. Añade que, desde 2012 a 2015, en su despacho ha atendido aproximadamente 30 casos de disolución de matrimonio por infidelidad.

Una de las soluciones para mejorar la convivencia marital es realizar terapias de parejas, siempre y cuando los dos quieran restaurar la relación. Allí se crea un puente de perdón mutuo, esto permite que los dos se enfoquen en hacer cambios dentro de la relación, como intercambio de regalos, empezar a salir, enfocarse desde el presente hacia el futuro. Pero lo más importante es el compromiso de ambos, manifiesta Medrano. (I)

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