Entre vasos con cerveza, monturas de caballo e impecables camisas blancas se vivió ayer la final del rodeo montubio de la provincia.

Los doce mejores vaqueros del Guayas demostraron ayer sus habilidades en la final del torneo campestre,  organizado por la Asociación de Ganaderos del Litoral y la Prefectura del Guayas.

Marcos Ortega, jinete oriundo de Salitre, cantón conocido en el mundo de la monta como la “Capital del Rodeo Montubio”, competía ayer contra exponentes de otras jurisdicciones y poblaciones de Guayaquil, como Los Tintos, Emborronador, Naranjal, Balzar, Tarifa, Bucay, Monte Sinaí, Palestina y Daule.

“Para mí y para la gente del campo, el rodeo es una tradición; yo aprendí las maniobras desde que era muy pequeño”, contó Ortega, quien se dedica a labores relacionadas con la cría de caballos. “Montar chúcaros es parte de mi trabajo”, dijo.

Enrique Baquerizo, gerente de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos, explica que a esta final del rodeo han llegado 12 de 48 jinetes que han participado en los cuatro encuentros previos al realizado a las 14:00 de ayer. “En cada rodeo se ha escogido a los tres mejores y son ellos quienes compiten hoy”, señaló Baquerizo.

Hasta el cierre de esta edición, el rodeo no había finalizado, pero según Baquerizo, quien ha presenciado las competencias anteriores, el triunfo se lo  disputarían en la arena los representantes de Monte Sinaí y Samborondón.

Al recinto ferial ubicado en la vía Durán-Yaguachi llegaron ayer decenas de familias que probaron los platillos típicos, como el arroz con menestra y el seco de pollo.

Braulio Valle viajó desde Galápagos para presenciar la competencia: “Me gusta, porque es emocionante; además ya estaba aburrido de ver los mismos deportes de siempre”, comentó. Asegura que los mejores jinetes están en Salitre.

El asistió acompañado por Carmen Gaibor, quien asistía por primera vez y vestía un sombrero de ala ancha, fabricado en cuero, como la mayoría de los asistentes.

Los jinetes demostraron sus destrezas en tres categorías, propias de los rodeos montubios. La primera se llama “caracoleo” y consiste en la monta de un caballo que tiene todos los aparejos y bridas en su lomo y cabeza.

La segunda es una de las más complicadas, a criterio de los participantes, ya que consiste en montar un caballo rebelde, “chúcaro”, que no está acostumbrado a portar la silla de madera o cuero. La última destreza consiste en la monta de un toro.

A diferencia de otros rodeos, en este no participaron vaqueros representantes de las asociaciones ganaderas, sino que cada uno se inscribió individualmente, representando a un cantón de la provincia.

Según los organizadores de la Dirección de Turismo de la Prefectura del Guayas, la provincia mantiene el liderazgo del país, por las diferentes actividades que se realizan en el área rural, que incluyen la declamación de amorfinos, ejecución de bailes típicos, entre otras.