La formación de Rolando Villavicencio como pedagogo y comunicador no ha sido impedimento para hacerse cargo de la Facultad de Ciencias Sociales y Derecho, que agrupa las carreras de economía, periodismo y derecho, esta última próxima a entrar a proceso de evaluación.  

El desafío es grande, reconoce el decano, y asegura que se han preparado de la mejor manera para lograr los objetivos trazados.

Están a las puertas de la acreditación. ¿Qué medidas se han adoptado para asegurar que el proceso concluya con éxito?

Lo primero es el levantamiento de la información al sistema que implementa el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceacees). Se ha realizado una campaña de concienciación para los estudiantes sobre la importancia de la acreditación y sobre todo se han hecho los correctivos necesarios. Las autoridades y el departamento de Promoción Institucional han aportado mucho en el fortalecimiento académico, la producción científica y esa interacción permanente entre los niveles administrativos y docentes.

¿Pero esos procesos son amplios y muy extensos?

Son dos partes. La primera, elevar todo a la plataforma con varios parámetros, la información basada en el aprendizaje, es decir, las tutorías, el listado de todos los profesores con los respectivos títulos, las ponencias que tienen los docentes, evidencias que los estudiantes han hecho, vinculación, prácticas y todo lo que haya exigido la ley. La segunda se realiza cuando los miembros del Ceaaces se trasladan a la institución y evalúan la información elevada al sistema.

¿Ha tenido acercamiento con otras instituciones y tienen claros los parámetros con los que serán evaluados?

Se ha asistido a una serie de seminarios realizados por el Ceaaces y por las universidades, que poseen la carrera de derecho para comparar y cotejar información sobre lo que podrían ser las probables ponderaciones que se van a tomar en consideración. Además se han evaluado los correctivos que se adoptan para poder incorporarnos y alinearnos a los parámetros de acreditación. Asimismo, se ha asistido a capacitaciones para el levantamiento de la información.

Todo ser humano debe estar preparado para dos escenarios. El primero, la acreditación, y el segundo no pasarla, ¿qué pasaría si no obtienen la acreditación?

El espíritu de la acreditación no es cerrar carreras sino el mejoramiento de la calidad educativa. En caso de no lograrlo  se revisaría la información de 2015. Condicionada la carrera se entraría a un proceso de evaluación nuevamente, en el que nos darían un tiempo determinado para valorar cuáles han sido las actividades realizadas y cuáles han sido los planes correctivos que se han adoptado para poder ser evaluados. Sin embargo, estamos preparados a nivel académico, científico, organizacional, administrativo y docente. Estamos conscientes del rol que se ha establecido para que el proceso de acreditación se dé sin ningún inconveniente.

¿Cuáles son los elementos en los que basa su gestión para la acreditación?

Yo la denomino la trípode del éxito: disciplina, compromiso y perseverancia. En ella se sustenta no solo la gestión que realizamos junto a todas las autoridades de la Universidad sino al compromiso implícito que cada uno de los miembros da a la comunidad universitaria laica. La disciplina nos autoorganiza, nos fortalece en trabajo, el compromiso nos ayuda a fecundar la responsabilidad que tenemos para con la institución y la perseverancia nos traza el horizonte hacia el éxito. (O)