Los operativos se realizaron para controlar el buen estado de automotores
La contaminación por ruido afecta a las zonas de mayor flujo vehicular
Las 07:00 de un jueves... Los choferes de buses que circulan por la calle José de Antepara y Padre Solano hacen sonar sus bocinas de forma continua para que otras unidades de transporte avancen más rápido.
El nivel de ruido es ensordecedor, sobre todo, en horas pico, afirman los habitantes del lugar. Hasta abril de este año la situación no era tan grave, señala César Gorotiza, comerciante de la zona.
Los problemas con el ruido se habrían incrementado con el reordenamiento de las líneas de buses por parte de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).
Cuando los edificios de la zona céntrica fueron evaluados por los daños presentados durante el terremoto ocurrido hace 8 meses, la ATM dispuso que las cooperativas que transitaban por la calle García Avilés pasaran a José de Antepara.
Posteriormente, la entidad informó que los cambios estaban incluidos dentro del plan de reasignación de rutas del transporte urbano.
El problema se repite en otras intersecciones donde se presentan congestionamientos como Av. Quito y 10 de Agosto, 25 de Julio y Ernesto Albán, malecón Simón Bolívar y Colón, entre otros.
El problema de José de Antepara y Padre Solano fue identificado por la ATM, e implementó un operativo de control en el que se hizo énfasis sobre los componentes y buen estado de los buses.
Una de las situaciones identificadas fue que los choferes manipularon las bocinas para darles más potencia sonora, lo que no es permitido por la ley, aseguró Luis Lalama, comandante de la ATM.
El artículo 392 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) contempla una multa equivalente al 5% del salario básico ($ 18,3) y reducción de 1,5 puntos en la licencia de conducir a quien “use inadecuada y reiteradamente la bocina u otros dispositivos sonoros contraviniendo las normas previstas en los reglamentos de tránsito y demás normas aplicables, referente a la emisión de ruidos”.
Lalama informó que se procedió a retirar los dispositivos causantes de los estridentes ruidos.
En un operativo anterior efectuado esta semana, el personal de la ATM también controló a los vehículos que no han pasado por la revisión técnica, paso previo a la matriculación.
El titular de la entidad, Andrés Roche, refirió que existen jurisdicciones en donde el proceso se realiza de manera visual, pero que aquellos automotores domiciliados en Guayaquil deberán respetar las normas técnicas establecidas en la Ley de Tránsito. (I)