A las 18:00, en un día laborable, los peatones tienen que esperar varios minutos para cruzar la calle García Avilés, en su intersección con la avenida 9 de Octubre, en el centro de Guayaquil.

Algunos se arriesgan y pasan frente a los buses urbanos que se han quedado bloqueando la arteria vial del puerto principal. Se congestiona la zona.

El semáforo está en verde, para que pasen los colectivos, pero ningún automotor puede avanzar. Los peatones se arriesgan y caminan frente a los buses pese al peligro. “Hay que lanzarse a la calle porque los conductores no respetan el turno de los peatones”, se queja la ciudadana Luisa Cedeño.

La escena es cotidiana en el casco comercial.

Luis Lalama, comandante del Cuerpo de Vigilantes de la CTE, explicó que uno de los problemas del congestionamiento del centro de la urbe se debe, principalmente, a la circulación de buses en el área.

Para el funcionario, el casco comercial es una de las ‘zonas conflictivas’.

La solución que planteó, antes de que la CTE deje las competencias de la ciudad, es que haya una reorganización del tránsito. Especialmente de los buses. “Los buses deberían tener 5 o 6 calles para circular, nada más, con eso logramos el ordenamiento del tránsito”, expresó.

Las vías que presentan los mayores problemas son Rumichaca y García Avilés. “Guayaquil no puede tener buses por todos lados, eso no tiene sentido, genera congestionamiento”.

El funcionario planteó como alternativa que los buses que transitan por la Rumichaca pasen a la García Moreno. “Se podría abrir ese pedazo donde estaba el Consulado de Estados Unidos”, manifestó.

En cambio -agregó- los buses de García Avilés pueden ir a la calle José de Antepara. “Y aliviamos el tránsito en Guayaquil”.

Otra recomendación que deja la CTE para mejorar la movilidad es que se sincronicen los semáforos.

De la misma manera, en el norte, sugirió que se hagan cambios en Parra Velasco, Pedro Menéndez y Juan Tanca Marengo. “Quedó trabajo pendiente y proyectos por aplicar”, comentó Lalama.

Sobre el tema, Andrés Roche, gerente general de la Agencia Municipal de Tránsito (AMT), adelantó que contratará una auditoría con una empresa privada con el fin de que determine la reorganización que se debe hacer.

Asimismo, buscarán conocer las necesidades de los usuarios, los recorridos que requieren y las unidades necesarias. “Vamos a hacer una asignación de nuevas rutas. Vamos a la caja común”, advirtió en la presentación de los agentes civiles.

Y añadió que una de las medidas inmediatas será que los colectivos circulen en un carril exclusivo.  

A criterio de Lalama, los 4.000 buses que existen en la ciudad son demasiados. Además, dijo, existe la Metrovía.

Roche, por su parte, advirtió que no permitirá que las unidades de servicio urbano con más de 20 años sigan circulando.

Actualmente, en la ciudad de Guayaquil el parque automotor tiene 350.000 carros y la tasa de crecimiento anual oscila entre el 10% y el 15%. (I).