La confusión primó en la apertura de la nueva ruta
Aunque empezó a funcionar a las 06:00, trabajadores de la nueva estación 25 de Julio de la Metrovía recién colocaron pancartas informativas pasadas las 11:00.
En ese lugar salen los autobuses de la nueva troncal de la metrovía y las respectivas rutas alimentadoras. Pese al esfuerzo de los empleados, la confusión entre los usuarios era generalizada en el sistema que empezó a funcionar ayer, tras varios retrasos debido a la demora en la desaduanización de los articulados.
Yolanda Murillo no sabía qué hacer. Ella quería ir a La Pradera y deambulaba de un lado para el otro por la enorme estación.
Usualmente ella tomaba la línea 57, la cual dejó de circular el viernes pasado. “Estoy desorientada”, reconoció la señora con un tono nervioso. Y es que con la entrada en funcionamiento de la metrovía, alrededor de 20 líneas de transporte urbano tradicional dejaron de operar.
La misma confusión sufría Marcia Macías. Ella estaba enojada. “Aquí uno no sabe ni dónde está parada. Ni los de información saben. Debían organizar bien”, reclamaba airadamente, mientras personal de comunicación del Municipio le insistía en que los cambios fueron anunciados en los periódicos. Ella respondía que no los había visto, que desconocía el sistema.
Y es que además de los tardíos carteles con las rutas de los alimentadores que reemplazaron a los buses tradicionales no había ninguna otra señalización. “Llevo media hora perdido”, gritó un señor a un grupo de periodistas antes de subir a un bus.
Quienes querían ir al Guasmo (sur de Guayaquil) no sabían dónde esperar el carro, ningún letrero lo indicaba, solamente estaban los acomodadores que resultaron pocos para la cantidad de perdidos.
La troncal dos está funcionando con 44 articulados por el momento hasta que se complete la ruta progresivamente.
Los buses parten de la central Pío Jaramillo, que está ubicada junto al distribuidor de tráfico de la avenida 25 de Julio. De allí parten hasta la estación San Agustín, en la calle Pedro Moncayo (centro de la urbe).
El objetivo es que la ruta termine en la estación Río Daule, que está ubicada frente al terminal terrestre, y recorra la avenida de Las Américas. Pero eso aún tomará su tiempo, ya que deben llegar al país más buses.
Federico Von Buchwald, presidente de la fundación Metrovía, recorría de un lado a otro la estación. Él mismo resolvía las dudas de los pasajeros desorientados.
El funcionario reconoció la confusión, pero aclaró que esto es normal teniendo en cuenta que es un sistema nuevo que se aplica en este sector del puerto principal. El objetivo, dijo, es brindar un mejor servicio al 80% de los guayaquileños que utiliza transporte público.
Los buses son nuevos y modernos. Hay asientos para personas con discapacidad y sus puertas son automáticas. La frecuencia con la que salían era de un minuto, por lo que hasta el mediodía no había congestionamientos y no lucían repletos, además transitan por una vía exclusiva, de modo que el recorrido se hace relativamente rápido.
Los sábados normalmente baja la cantidad de usuarios, así lo explicó Von Buchwald. La prueba de fuego realmente será hoy, cuando miles de personas acudan a los recintos electorales a votar.
Ese era el comentario generalizado entre los pasajeros que temían un gran caos para los comicios. “Ya verá cómo está mañana o el lunes”, advirtió un señor que no quiso dar su nombre.
Para evitar la confusión se han repartido volantes en diversos puntos del sur de la ciudad.
De igual manera se dispuso una mesa de información para asistir a los perdidos.
Esos papeles en realidad eran mapas con los recorridos que sustituía la Metrovía a las desaparecidas líneas urbanas.
El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, lideró el acto oficial de inauguración en la estación 25 de Julio. El burgomaestre llegó acompañado de simpatizantes y en un bus recorrió la ruta.
Von Buchwald destaca los logros del sistema. Aclaró que la mayoría de dueños de los buses que salieron de circulación es propietaria de estos nuevos articulados, por lo que no se creó desempleo en el sector del transporte.
Puso como ejemplo que en las otras dos troncales de la Metrovía se ha duplicado el empleo, no solo de choferes sino de vendedores y cobradores.
Pese a los esfuerzos de las autoridades porteñas los problemas no solo se centraron en la estación 25 de Julio, sino en otras.
Por ejemplo, en la parada que está frente al centro comercial Mall del Sur, la salida de los pasajeros es virtualmente una odisea. La estación está ubicada en el parterre central de la transitada avenida 25 de Julio.
Cuando los usuarios abandonan la estación deben cruzar la calle, pero no hay semáforo, línea cebra, o vigilante de tránsito. En el ingreso, que está en el otro extremo de la parada, hay un paso peatonal.
De esta forma, hasta el mediodía de ayer los peatones cruzaban la calle corriendo, mientras los carros pitaban o bajaban la velocidad.
A lo largo de la nueva ruta no estaba apostado ni un solo vigilante de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), pese a que Von Buchwald aseguró que se coordinó con esa institución. En Guayaquil es habitual que los vigilantes estén en las paradas para ayudar a cruzar la calle a los pasajeros.
Esto no ocurrió esta vez. De hecho en la estación estadio Capwell, en las intersecciones de las calles Quito y Letamendi, un guardia metropolitano organizaba el tránsito.
Cada vez que llegaba un bus de la metrovía, el uniformado pitaba y detenía los autos para que el articulado pudiera girar a la derecha.
Aunque al Municipio de Guayaquil se le ha transferido el control del tránsito, aún no asume formalmente esta tarea.
La nueva troncal de la Metrovía será gratuita hasta mañana. Desde el martes el pasaje costará 25 centavos, como en el resto de buses. Los adultos mayores y estudiantes pagan la mitad de la tarifa.
Esta nueva troncal se conecta con las otras dos. Por ejemplo, si se está en la estación 25 de Julio se puede tomar un alimentador que va a la parada de La Pradera, que conecta con la ruta que une al Guasmo con el terminal terrestre.
De igual manera la nueva troncal pasa por la estación Plaza Victoria, donde se integra la ruta que va a Bastión.
Esta característica es la que justamente destaca Von Buchwald, ya que se pueden realizar varios trasbordos y recorrer el puerto principal de polo a polo pagando solo un pasaje.