El último reporte público realizado por la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) sobre las revisiones vehiculares en Guayaquil fue proporcionado en septiembre de este año.

Entonces, la ATM precisó que la concesionaria privada SGS, a cargo del servicio por 10 años y 7 meses, inspeccionó 21.925 unidades (el parque automotor del cantón asciende a 350.000). A esa fecha, solo 4 buses fueron llevados.

La entidad municipal, con base en esos primeros exámenes, determinó que las principales falencias eran: desequilibrio en el amortiguador en el eje principal, incorrecta eficacia del amortiguador en el primer eje, adhesivos no autorizados, extintor vencido o caducado, fugas intermedias en el silenciador o tapados con viruta, incorrecta emisión de CO2, convergencia en dirección superior al límite en el primer eje, desequilibrio del freno del servicio en otros ejes, guardachoques inadecuados o mal posicionados y desgaste de labrado en neumáticos.

Hace dos meses, Andrés Roche, gerente de la ATM, cuantificó que el 74% de los automotores inspeccionados aprobó en la primera revisión, sin problemas.

EL TELÉGRAFO -la semana pasada- buscó a Roche para que proporcionara información actualizada de las revisiones en Guayaquil, pero el funcionario expresó que no daría declaraciones a este medio.