LOS ciudadanos PREFIEREN que las evaluaciones sean visuales y no computarizadas
Conductores de Guayaquil evaden revisiones en el puerto principal
Los conductores registrados en Guayaquil continúan acudiendo, masivamente, hasta los cantones vecinos para que sus automotores sean revisados en las dependencias de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE).
Según cifras de la entidad, el número de automotores que fueron llevados hasta las mencionadas dependencias se incrementó entre 2013 y lo que va del año: 35,8% en Balzar, 99,5% en Daule, 33,5% en El Triunfo y 20,4% en Milagro.
El cambio en las estadísticas coincide con el inicio de las operaciones de la revisión vehicular por parte del Municipio de Guayaquil (empezó en julio).
En las afueras de las dependencias de Milagro (de la CTE) se forman filas de automotores de hasta 2 kilómetros, lo cual contrasta con las vacías instalaciones municipales del puerto principal.
Este medio encontró a guayaquileños que prefirieron esperar varias horas, en extensas columnas, en Milagro, en lugar de hacer el trámite en Guayaquil.
Rodnie Chila, vecino de Bastión Popular, cuenta que condujo por 30 minutos su vieja camioneta hasta el vecino cantón, porque cree que el Municipio de Guayaquil, con sus equipos computarizados, es demasiado riguroso en las inspecciones de los carros. “He escuchado que por mínimas fallas hay que mandarlo a arreglar y se debe esperar 30 días más para ser atendido”.
Los exámenes efectuados por la CTE son visuales. Con ese método se revisan motores, estado de los frenos, sistema de escape, entre otros aspectos.
El proceso, que toma aproximadamente 15 minutos, inicia con la verificación del número de serie del motor. Posteriormente se revisa el estado de la carrocería y el chasis.
Se solicita al conductor que muestre las herramientas y objetos que lleva para una posible emergencia. También se pide que encienda las luces para corroborar su funcionamiento. Finalmente, con el uso de una linterna, se constata el estado del motor y los frenos.
Daule se constituyó en los últimos meses en el punto más concurrido por los guayaquileños, porque queda cerca, es decir, a 42,8 km (26 minutos de Guayaquil). A Gabriel Ramírez, de la ciudadela Sauces 8, no le importó dormir en su carro, estacionado en los exteriores de las oficinas de la CTE, con tal de que avalen su auto del año 90. “Mi carro está bien, pero es mejor no arriesgarse”. En El Triunfo, la fila se extendía 1 km.
Michel Doumet, director ejecutivo de la CTE, considera que existe mayor demanda de la revisión en esos sitios por las facilidades en la atención. “Pero estamos siendo más exigentes en las revisiones”, afirma.
De acuerdo con cifras de las delegaciones, el 30% -diariamente-reprueba el chequeo. Doumet solicita a los ciudadanos que acudan a la jurisdicción que les corresponde y advierte que harán controles en las vías.