Investigaciones de la U. se centran en la biodiversidad
Las propuestas que incluyen aspectos relacionados con la biodiversidad son las que obtuvieron el mayor apoyo por parte de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), tras el cierre, durante esta semana, de la convocatoria de proyectos de 2010.
De 39 investigaciones aprobadas, de 12 universidades del país, además del Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), 17 corresponden al ámbito de biodiversidad (44%).
Mientras que las propuestas relacionadas con desarrollo humano ocuparon el 29%; desarrollo productivo, 21%; energía, 3%, y recursos naturales, 3%.
Magdalena López, subsecretaria de Investigación Científica de la Senescyt, puntualizó que la tendencia hacia iniciativas relacionadas con la ecología y diversidad biológica del país, del total que se aprobaron, es circunstancial.
“Ecuador tiene una gran riqueza natural y, pese a las limitaciones técnicas, las universidades hacen grandes esfuerzos por aprovecharla”, afirmó López.
El alto potencial biodiverso y el bajo nivel de desarrollo tecnológico también incidió en las 428 propuestas presentadas a la Senescyt.
Tan solo el 3% correspondieron a la categoría de Energía y Tecnologías de la Información y Comunicación, lo cual coincide con el índice presentado en los proyectos que fueron finalmente aprobados.
Desarrollo de investigaciones
Varias de las investigaciones de biodiversidad, que accedieron a una parte de los $8 millones que Senescyt destinará para esta gestión, son realizadas en conjunto por dos o más universidades.
Los docentes que participan de los proyectos afirmaron que, pese a la riqueza biológica del país, muy poco se ha aprovechado de manera sustentable los beneficios del entorno natural.
Además, aseveraron, no todas las universidades cuentan con el nivel de tecnología suficiente para desarrollar los planteamientos de forma individual.
Carmita Bonifaz, decana de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Guayaquil, manifestó que la investigación científica demanda un gran apoyo económico, “que hasta hace poco no existía por parte del Estado”.
La unidad académica participa, junto a la Universidad Santiago de Compostela en España, en una iniciativa de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), aprobada por Senescyt.
La idea, planteada por la Facultad de Ingeniería Mecánica de la Espol, consiste en aprovechar la producción de grasa de ciertas especies de microalgas para utilizarlas en biocombustibles.
“Es un trabajo que no puede ser desarrollado por una sola unidad académica, debido a que no hay paridad en cuanto a los recursos científicos”, comentó Bonifaz.
Es decir, explicó la decana, la Facultad de Ciencias Naturales tiene mayor nivel de investigaciones biológicas, pero existen pocos elementos tecnológicos de apoyo, algo en lo que la Espol tiene ventaja.
Fernando Oñate, docente e investigador de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), comentó que los estudios sobre biodiversidad también benefician a otros sectores.
Oñate, quien impulsa un análisis de alternativas de restauración hidrológica del río Catamayo, afirmó que los resultados de varias iniciativas “pueden aportar, por ejemplo, a las categorías de desarrollo energético y recursos naturales”.
“No creo que deba existir preocupación por el interés en la naturaleza”, acotó Oñate. “Sin embargo, se debe poner énfasis en multiplicar los espacios científicos a través del apoyo tecnológico”.
Manuel Baldeón, titular de la Senescyt, afirmó que se hará un seguimiento de las primeras investigaciones aprobadas cuyos resultados están previstos para después de un año.
“Para desarrollar la investigación científica en el país es necesario contar con talento humano especializado y estamos trabajando en ello”, aseveró el funcionario de la institución.