Intercambiador de Terminal “aliviará” las horas pico
Moradores, comerciantes, peatones y conductores... todas las personas que deben hacer uso cotidiano de las calles del perímetro que rodea a la Terminal Terrestre esperan que las obras del intercambiador que se levanta en el sitio estén listas a la brevedad posible.
El trabajo, cuya entrega está prevista para julio próximo, conectará la avenida de las Américas, la Benjamín Rosales y la autopista Narcisa de Jesús.
El intercambiador está avanzado en cerca del 80% y estará concluido dos meses antes del plazo pactado con el Municipio de Guayaquil, ya que el respectivo convenio se firmó en octubre de 2010.
El tráfico vehicular, desde que se iniciaron las obras los primeros meses de 2011, ha sido pesado, según los conductores, con tendencia a empeorar en las horas pico.
Varios conductores consideran que, hasta el momento, hay tres puntos críticos en la circulación por los alrededores de la Terminal Terrestre.
La salida de buses de la terminal sobre el lado de la Benjamín Rosales, la intersección de esta avenida con las Américas y la entrada a Sauces 2 (vía Agustín Freire Icaza) son los sitios que se complican para quienes se dirigen hacia el norte o centro de la urbe.
Según datos de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) solo en la Benjamín Rosales y las Américas circulan, diariamente, aproximadamente 70.000 vehículos.
Raúl Sacoto, morador de la ciudadela Guayacanes, utiliza la avenida Benjamín Rosales para dirigirse a su trabajo en el centro de la ciudad.
“Siquiera ya está tomando forma y esperemos que el tráfico sea más fluido”, comentó.
Desde el pasado fin de semana, dos de los cuatro carriles de la Benjamín Rosales, en la intersección con las Américas, están cerrados temporalmente.
El cierre responde a que la contratista Hidalgo e Hidalgo coloca las vigas de los ramales que conectarán la Av. de las Américas con la autopista Narcisa de Jesús.
Luz Martínez, moradora de un condominio cerca de Sauces 2, aseguró que el ruido ocasionado por las maquinarias es muy incómodo para los habitantes del sector.
“Ha sido muy estresante el sonido del pito de los carros durante los embotellamientos combinado con el traqueteo de los taladros... espero que termine pronto”, indicó.
Según los planos referidos por el Cabildo, difundidos en letreros cercanos a las obras, el intercambiador tendrá tres pasos elevados. Además, habrá espacios recreativos como canchas de indor, ciclismo, baloncesto, patinaje, rocódromo y áreas administrativas y de comida.
En la obra se han invertido alrededor de 20 millones de dólares.