Las flores de los árboles de cananga, conocidos también como ylang ylang, se cosechan a diario. Su exquisita fragancia es ideal para crear aceites esenciales que armonizan los ambientes de la casa, el cuerpo humano -a través de los masajes- o alivian el estrés con solo frotarlos en las manos e inhalar su olor.

Los árboles de ylang ylang son parte de los cinco tipos de cultivos de hierbas aromáticas y otras plantas que se extienden en 435 hectáreas, afuera de la población de Chongón, al interior del kilómetro 24 de la vía Guayaquil-Progreso.

Llama la atención una hierba en particular, el oreganón, que es utilizada por los ecuatorianos para adobar carnes, preparar salsas para spaghetti, cocinar cangrejos o para infusiones que amortiguan los dolores estomacales y menstruales. En la finca de la multinacional Young Living, en cambio, se extrae su aceite que luego es exportado a Estados Unidos.

De cinco toneladas de oreganón, se utilizan hojas, tallo y raíz, se obtienen tres litros de aceite puro. Foto: Néstor Espinosa / El Telégrafo

Esta empresa con sede en el estado norteamericano de Utah, opera en Ecuador desde 2006. Su precursor, Gary Young (fallecido), llegó al país con la intención de iniciar el negocio en Cuenca o Vilcabamba, Loja; pero ninguno de esos suelos resultó tan fértil como el de Chongón, donde en menos de seis meses se obtiene gran cosecha de oreganón, menta, hierba luisa y dorado azul (monte propio de Ecuador sin nombre científico), de las que también se extraen su aceite y fragancia exótica.

La finca de Chongón incluye los cultivos de hierbas y una sección industrial donde se extraen las esencias. En tres ollas gigantes, con capacidad para cinco toneladas cada una, hierven las plantas o las flores, y corre el vapor, a través de unos tubos, que luego se condensa y finalmente en un dispositivo en forma de cono se separa el agua del aceite.

Las tres ollas tienen capacidad para cinco toneladas. El vapor que sale de ellas se condensa (a través de tubos). Foto: Néstor Espinosa / El Telégrafo

Nicolás Chong, quien es el gerente general de la finca Young Living-Chongón, destaca la calidad de las esencias como únicas y exclusivas, que posteriormente son exportadas a Estados Unidos para su embotellamiento, etiquetado y distribución por el mundo entero.

La finca en Chongón emplea a 132 personas, entre administrativos, contadores, recolectores de las flores, técnicos en el destilado, expertos en suelos, abonos, fertilizantes y pesticidas naturales y obreros en general. La influencia indirecta es más grande.

Chong habla orgulloso del trabajo que se realiza en estas tierras. Destaca la transparencia con la que opera y el compromiso con la comunidad, que considera aspectos básicos para el éxito del proyecto.

Mejoramiento del suelo

Las características más importantes del cultivo de árboles, hierbas y plantas aromáticas en Chongón, son que se realizan de manera orgánica e individualizadas al 100%.

Aquí no existe la posibilidad de que se empleen productos químicos o transgénicos. Los abonos, fertilizantes, incluso los plaguicidas, son naturales, realizados con los desechos que genera el proceso de extracción de los aceites de las hierbas.

La finca cuenta con un lombricario, en el que se genera el humus de manera 100% natural.

En el sitio se realiza la transformación de los desechos de manera aeróbica y también anaeróbica. En la composta se utiliza también el excremento de chivos de un pequeño establo que tiene la finca, cuenta Orlando Pacheco, gerente de Producción y experto en calidad de suelos.

Pacheco destaca que hay plantas que necesitan más hidrógeno, otras más potasio, por mencionar ejemplos, por lo que el abono se lo elabora de tal manera que cubra las necesidades de cada planta. (I)

El humus, que generan las lombrices, es uno de los más ricos, mejora la calidad de los suelos de Chongón, que son secos en la época de verano. Foto: Néstor Espinosa / El Telégrafo