Halo guarda relación con falta de lluvias

A lo largo de varias calles de la urbe decenas de personas se paralizaron para observar el anillo de colores que ayer rodeaba el Sol.

La mayoría,  con sus teléfonos móviles, disparaba para registrar el acontecimiento.  La visión extraña de un halo de colores rojo y amarillo rodeando el  sol,   paralizó las actividades que los ciudadanos se encontraban realizando.

Se estima que el círculo apareció  cerca de las 11:00. Este fenómeno óptico se encuentra  relacionado con los 19 días sin lluvia que ha experimentado la ciudad, explica Augusto Cazorla, técnico del Inamhi (Instituto Nacional de  Meteorología e Hidrología), quien además detalla que se debe a la ausencia de nubes bajas.   Las nubes altas son las que se mantienen.

El fenómeno se produce porque la luz solar se refleja en los cristales de hielo en suspensión que existen en las nubes altas de la tropósfera, estas nubes se llaman Cirrus y Cirrustratos. “Es un fenómeno poco usual e indicativo de que estamos en una marcada estabilidad, cero nubes de desarrollo vertical, que son nubes de mal tiempo. Esto nos indica que vamos a tener cero precipitación o disminución de la precipitación hasta el 20 de este mes”, aseguró el experto.

Desde el Instituto Oceanográfico de la Armada del Ecuador  detallaron que el círculo se formó a 10 km de altura, en la tropósfera, capa donde se refractó la luz produciendo el espectro de colores que se vio ayer. “Cabe resaltar que este fenómeno se presenta en esta época del año,  debido a que el Sol al medio día se encuentra perpendicular sobre la línea ecuatorial”, señala  un comunicado.

Relación con sucesos en JapónDesde el Inamhi y el Inocar  descartan que el fenómeno óptico guarde alguna relación con la explosión y aumento de la radiactividad registrada ayer en los reactores 2 y 4 de la central Fukushima.

Funcionarios del Inocar señalan que este fenómeno se registra con frecuencia en Galápagos y que no tienen registros de un fenómeno similar en Guayaquil durante la última década.

“Es Vegueta que va a bajar del cielo”Impresionados por el avistamiento, los ciudadanos compartían sus impresiones sobre el halo solar.Algunos, con un sentido apocalíptico y cinematográfico, aseguraban que el fin del mundo estaba llegando. Otros, menos fantasiosos, decían acertadamente que se trataba de un fenómeno climático.

Los comentarios se sucedían:  “Recién pasó una desgracia en Japón ojalá que no suceda otra”, decían recordando la catástrofe reciente. Otros hablaban atemorizados por sus creencias religiosas:   “El único que puede decir cuándo se acaba el mundo es Dios”.

“Nunca había visto algo así”. “Esos son castigos del Señor”.   No faltó el amante de la serie  Dragon Ball que sentenciase medio en serio, medio en broma: “es Vegueta, que va   a bajar del cielo”.Las personas hablaban sin ambages, comentando entre ellas el fenómeno y buscándole explicaciones.

“Hay que esperar lo inesperado", decía Álex Espinoza, quien iba camino al banco, pero al ver "tanta gente que miraba al cielo" empezó a tomar fotos desde su celular para luego  compartirlas con los demás ciudadanos que no podían captar el halo debido a la intensidad del Sol.

Espinoza dijo haber visto algo así por segunda vez, la primera, según contó, fue en Chone, cuando era pequeño.

Blanca Espinoza, mientras tanto, vendedora de artículos litúrgicos, dijo que en sus 72 años de vida nunca había visto un fenómeno así. “Dios está cansado de nosotros. Yo estuve en el terremoto del cuarenta y dos en Ambato y vi cómo la tierra se tragaba a la gente, esa y estas son pruebas  que Dios nos pone para que la gente haga conciencia de los pecados que cometemos en la tierra”. José Luis Álvarez, de 82 años, también se detuvo a mirar el cielo.

Un tanto más resignado dijo no temer por lo que estaba observando ya que “nosotros solo estamos de tránsito por el mundo. El único que sabe cuándo se acaba el mundo es Dios. Él no es malo, solo que el mundo tiene que acabarse. Es un ciclo más”. (ALT-FCT)