Víctor Serrano tiene 11 años como cuidador de carros en la intersección de las calles Montalvo y Loja, sitio donde también coloca cajas de madera para evitar que otros automotores se estacionen.

Reconoce que improvisar tales restricciones le ha ocasionado problemas con agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), no así con la Policía Metropolitana (PM), que no hace nada para liberar los espacios.     

Serrano se justifica en que reserva los sitios para que personal de una empresa pueda efectuar carga y descarga en camionetas.   

En las calles Panamá, P. Icaza, Montalvo, Córdova, entre otras, es común encontrar sitios para parquear que están ‘reservados’ a un grupo de personas determinadas.

Para evitar que otros conductores ocupen los puestos, hay quienes colocan conos -que no especifican a quién pertenecen- o pedazos de madera y piedra.

Además, hay vigilantes de estacionamientos que establecen estos espacios “solo para quienes paguen por el servicio”, aseguró José Valdivieso, en Montalvo y Panamá.

Poner obstáculos que impidan la normal circulación de vehículos y peatones está prohibido  y contemplado en estatutos como el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (Cootad) y la Ley de Tránsito.

El art. 428 del Cootad cita que no podrá ocuparse o cerrarse, “a ningún título, total o parcialmente, lo que ya constituyere calle, plaza pública o espacio público”.    

La infracción también está contemplada como contravención leve de 3° clase en la Ley de Tránsito (art. 141) y existe una multa del 15% de la remuneración básica ($ 53). En las calles, personal de la CTE hace retirar los obstáculos casi cotidianamente, pero la falta ‘es recurrente’, indicó Iván Mina, agente de la entidad.  

Sobre el tema, el Distrito 9 de Octubre de la Policía Nacional (PN) informó que se capacita a los cuidadores en el respeto a las normas de circulación.

La institución, desde hace tres años, impulsa un programa de regularización de esta actividad aunque también ha tenido que retirar a quienes incumplen las leyes, manifestó Rodrigo Caña, comandante del distrito.

Actualmente, 150 personas están registradas dentro de los talleres que la PN realiza cada 15 o 20 días. Entre las instrucciones que se recibe están las relaciones humanas.

Los ciudadanos que vigilan carros se manejan con su propia tarifa, que puede ir desde los $0,50 hasta los $3, dependiendo de la zona. Sobre el tema, Caña explicó que los cuidadores dependen de la ‘buena voluntad’ de los conductores, pero tampoco justificó los sobreprecios. “Es un tema que ya compete al Municipio”, dijo. (I)

DATOS

En 2011, la Policía Nacional inició un censo para constatar cuántas personas se dedican a la tarea de cuidar carros en las calles de la ciudad. Inicialmente, se detectaron unos 300 ciudadanos.    

Los circuitos censados fueron Sauces, Atarazana, 9 de Octubre, Centenario, Kennedy, Alborada y Urdesa.

Después del registro, cada guardia debe portar, obligatoriamente, una credencial con sus datos personales, lo que garantiza la seguridad. En el carné consta la fecha de vencimiento y será actualizado cada 6 meses.

En la primera mitad de 2011 se registraron 953 sustracciones a vehículos, según datos de la Gobernación del Guayas. En 2010, de los aproximadamente 1.919 casos, 530 ocurrieron cuando estaban circulando, mientras que 1.383 cuando se encontraban estacionados, según cifras del Observatorio de Seguridad Ciudadana de Guayaquil. (I)