Publicidad

Ecuador, 24 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Guacho tiene más de 36 años betunando en el Seminario

Lo que gana en esta actividad lo destina a sus gastos personales y a pagar el arriendo del lugar en donde habita. Desde hace 2 años no sabe de sus hijos.
Lo que gana en esta actividad lo destina a sus gastos personales y a pagar el arriendo del lugar en donde habita. Desde hace 2 años no sabe de sus hijos.
Foto: cortesía de la ULVR
25 de junio de 2016 - 00:00 - Andrés Barona, estudiante de la ULVR

El ecuatoriano es conocido como una persona que nunca se niega a labor alguna. Muchas veces  sin importar cuánto tiempo le dedique o cuáles sean sus ganancias. Las actividades siempre las hacen de buena gana. Francisco Guacho, oriundo de la provincia de Chimborazo, es uno de ellos. Dejó su terruño en busca de una oportunidad laboral.

Guacho es betunero de oficio. Tiene 36 años de experiencia y se ubica en la manzana del Parque de las Iguanas de Guayaquil. Su puesto está situado en  la esquina de las calles Clemente Ballén y Chile, centro de la urbe porteña.

A sus 75 años, no demuestra cansancio por la actividad que realiza. Es más, cuenta que esta lo ayuda a sustentarse, ya que desde que murió su esposa, en 2011, no ve a sus dos hijos. “Ella tenía una infección en el estómago y “no había dinero para llevarla a un control porque para hacerle curar de los doctores no me alcanzaba el dinero”, dice.

Pese a su avanzada edad y frente a las adversidades que se le han presentado, sigue trabajando.   

Su jornada empieza a las 06:00, cuando va a un garaje a retirar su plataforma para ponerla en su puesto de trabajo. Ahí, ansioso, espera a los diferentes clientes que transitan por el lugar. A toda persona que ve con zapatos de cuero lo llama y le dice “le betuno, le betuno, bien bonito”, palabras que repite para llamar la atención.

Una vez que el cliente se sienta y pone sus zapatos sobre la plataforma, Guacho no hace más que realizar el trabajo que tanto conoce: con su franela quita el polvo y  luego selecciona el líquido de color del calzado. Empieza a mover sus manos de derecha a izquierda sin parar con esa gran destreza que ha obtenido a través de los años. Tarda entre 2 y 3 minutos por cada lustrada.  

José Valdez, quien visita la  Catedral de Guayaquil, aprovecha para hacer betunar  sus zapatos y destaca “que para la edad que tiene, Guacho está haciendo sobretiempo”.  

Esta labor no le deja buenas ganancias, ya que cobra 75 centavos y al terminar la tarde recoge entre 7 y 8 dólares, por ello trabaja de lunes a domingos sin descanso  y así trata de reunir para pagar su arriendo de $80.

No pagar por el puesto lo mantiene tranquilo, de esto se encarga un medio de comunicación que hace publicidad en su plataforma.

Quizás a muchos les parecerá fácil coger unas franelas y  limpiar el calzado, pero “para mí es una actividad dura por mis 36 años en el oficio y 75 de edad. Sin embargo, aún tengo deseos de trabajar”. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media