Grafitis y robos empañan la imagen turística del cerro Santa Ana

“Diana y Luis” y “No tengo vergüenza” son dos de las numerosas  frases inscritas en el faro ubicado en el cerro Santa Ana, en el centro de Guayaquil.

Pluma, marcadores y hasta pintura negra han sido utilizados para plasmar escritos en las paredes internas del espacio turístico ícono  de Guayaquil.

Pintura clara ha sido empleada para cubrir los rayones, pero sobre ella nuevamente han sido marcadas más leyendas.

Precisamente, en junio de 2012 EL TELÉGRAFO publicó un reportaje sobre los daños en dicho espacio recreativo. Los desperfectos fueron reparados, pero nuevamente están presentes.

Luis Rodríguez, turista quiteño que estuvo la semana pasada en el sitio, resaltó el paisaje que existe en la cima de la colina.

“Se pueden ver todos los puntos de la ciudad, pero esos rayones dan la impresión de que el sitio está abandonado”, expresó el visitante.

Una mala impresión se llevó también María Gómez, turista machaleña, quien recomendó a las autoridades locales que se preocupen de vigilar más el lugar.

Otro de los problemas que se encontró en el faro es el desprendimiento de varios reflectores.

Una visitante que se hacía una autofoto con el celular tropezó con uno de los faroles y este se desprendió fácilmente.

Asimismo, en el museo abierto y situado abajo del faro ya no están varias piezas ubicadas en unas especies de tableros.

En la placa donde reza: “Calibrador especial para vainillas” ha sido retirada una de las partes.

De la misma manera, están incompletos el “Cuadrante dos sectores del siglo 17, usado para determinar la altura de los astros” y otra parte que antes se exhibía.

Las personas que no residen en la ciudad se acercaban y se preguntaban qué había en esos espacios vacíos.

Una persona de la tercera edad que visitó la zona y que bajaba del cerro se acercó al fotógrafo de este diario y le advirtió asustada: “Agarre bien su cámara, que hace poco le robaron a un turista. ¡No suba!”.

La visitante se refería a un asalto cometido la tarde del jueves por dos delincuentes en el cerro Santa Ana.

Estos, con un arma de fuego, le quitaron el celular a un ciudadano español y lo golpearon con un revólver. El hecho fue difundido, posteriormente, por varios medios de comunicación.

La guayaquileña Estela Briones, quien paseó por el Malecón Simón Bolívar, comentó que solo llega hasta la parte de Las Peñas, pues con los últimos asaltos siente temor. “Sola nunca subiría”.

En el presente año también trascendió un robo registrado a un grupo de paraguayos que estaba de paso por la urbe. Como estos son muchos los hechos similares. (I)