Fuga de gas en taller clandestino provoca una explosión al norte
Aproximadamente a las 06:30 de ayer ocurrió una explosión en la manzana 29, solar 13, de la zona residencial Bellavista. El incidente, que fue provocado por una fuga de gas, acaeció en un taller clandestino que funcionaba como gasolinera.
En el interior del inmueble, donde se hallaron vehículos de las marcas Aveo, Daewoo, Chrysler y Mitsubishi Montero, ayer se encontraron escombros de cemento y alambres, un tanque de gas licuado de petróleo (GLP) doméstico, mangueras y el techo de zinc destruido.
Los vecinos, aún preocupados por la sorpresiva explosión, tres horas después del hecho, limpiaron los restos de vidrios que llegaron hasta los portales de las demás viviendas.
“El GLP tiene un 95-96% de fase líquida y el sobrante es gaseoso. La primera entra al tanque mientras que la otra no; esa es la fase que dejan escapar (los que tanqueaban los vehículos) y es lo más peligroso porque es volátil.
Cualquier chispa causa una explosión”, indicó José Valdez, inspector de la Dirección de Hidrocarburos.
Pasadas las 09:00 llegó la fiscal de Hidrocarburos, Azucena Camatón, para verificar el incidente. Según ella, se encontraron varios carros en el lugar, pero no todos presentaron irregularidades.
En el taller clandestino se halló que tres automotores tenían tanques estacionarios (ilegales), dos estaban llenos y uno, el del Aveo, tenía una fuga. También se encontró una gran cantidad de cilindros de 15 kilogramos de uso doméstico.
Como consecuencia del incidente Antonio Troya resultó herido en la mano y en la pierna izquierda. El afectado indicó que trabaja para el dueño del local. “Al intentar encender el carro se originó la explosión”, comentó.
La fiscal agregó que el mal empleo que se da al GLP es un delito que está sancionado en el cuarto enumerado del artículo 367 del Código Penal, que conlleva hasta un año de prisión.
Ella añadió que podrían haberse cometido otras faltas, como la comercialización ilegal de GLP, ya que, al parecer, se proporcionó gas a vehículos particulares a través de un tanquero que abastecía en las noches al dueño del taller.
“Eso es penado hasta con tres años de prisión de acuerdo con el segundo enumerado, artículo 367 del Código Penal. La Ley de Hidrocarburos también contempla una sanción administrativa”, señaló.
Eduardo Pineda, de 42 años, quien vive en la casa contigua, indicó que el impacto de la explosión ocasionó que los vidrios de su vivienda se quebraran; además, las paredes se cuartearon y el aire acondicionado y una lavadora recién comprada se dañaron. La cubierta del taller se derrumbó en el patio de ellos y su hijo, de tres años, se asustó cuando los vidrios cayeron en la cuna.
Cerca de 11:00 de ayer la agente todavía esperaba que una grúa se llevara los vehículos con el gas hasta la salitral de Petrocomercial para evitar otras explosiones. También se encontraron como evidencias las mangueras que se empleaban para abastecer de combustible a los automotores. “Encontramos que hay tanques estacionarios camuflados debajo de las llantas de emergencia, que están llenos de gasolina”, expresó mientras aguardaba a la grúa.
La funcionaria dijo que continuará recabando datos en el sector para establecer si el local funcionaba para la comercialización o almacenamiento de GLP. También abrirá una investigación de oficio debido a que los vecinos no denunciaron el hecho. “No tienen conciencia de que hay delitos por comisión y omisión. Con su silencio se convierten en cómplices del hecho sucedido”, recalcó.
De acuerdo con personal de Hidrocarburos, ya se estableció que el local no está autorizado para ningún tipo de almacenamiento o comercialización de GLP y que tampoco cuenta con las normas técnicas. “Hay tres carros con el tanque de gas cargado y uno está destilando líquido”, señaló la fiscal.
Entre los citados se encuentran Antonio Troya, vecinos de la vivienda contigua al local, Harvey Malla, quien presuntamente tenía un carro con medicinas; y Francisco Luces, quien vende medicamentos.
Al lugar asistió personal de criminalística y antiexplosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) y de la Unidad de Policía Especializada de Hidrocarburos.