Ferias inclusivas para la confección de uniformes
Los ministerios de Educación (ME) e Inclusión Económica y Social (MIES) comenzaron ayer con las ferias inclusivas que permitirán la adjudicación y contratación de sastres y costureras para la confección de más de 550.000 uniformes que serán entregados a niños de escuelas fiscales del régimen Costa.
Las vestimentas serán confeccionadas tanto por el sector productivo artesanal como por pequeños empresarios, como parte del Programa Hilando el Desarrollo.
Las ferias iniciaron de forma simultánea en 16 provincias y cientos de personas se dieron cita en los sectores establecidos por las Direcciones de Educación.
En el colegio Guayaquil, en el sector centro sur de la ciudad, decenas de artesanos de la costura asistieron para conocer las normas mediante las cuales deberán participar y confeccionar los uniformes.
Joffre Carpio, de 52 años, observó la información de la oferta estatal sobre los precios que cancelarán por cada prenda elaborada.
Según lo estipulado por las autoridades, para los kits que se entregarán a los niños de Educación Inicial (2 calentadores y 2 camisetas de cuello redondo) se pagará hasta $ 31,61 -incluido IVA-.
Mientras que para los kits de los alumnos de Educación Básica (1 calentador, 1 camiseta de cuello redondo, 1 camiseta polo, 1 pantalón de gabardina -solo para niños- y 1 falda de gabardina -solo para niñas-) se cancelará hasta $ 29,92 -incluido IVA-.
“Me parece justo porque se reconoce tanto el material como la mano de obra”, comentó Carpio quien asiste por primera vez a las ferias inclusivas.
Para Melida Huacón, en cambio, es la cuarta oportunidad que tiene de participar en la confección de uniformes. En la primera ocasión, tuvo la oportunidad de elaborar 500 kits.
“Por novata, las exigencias en cuanto a tiempo de entrega y detalles del trabajo me cogieron desprevenida y me tocó endeudarme, contratando personal, para no quedar mal”, dijo Huacón, sonriendo por aquella peripecia.
En cada una de sus participaciones ha obtenido entre 10% y 12% de ganancia, tras el valor cancelado por el Estado. “Es un trabajo bien remunerado”, afirmó Huacón.
Michell Salascán, de Daule, destacó la preocupación del MIES por capacitar a los artesanos en las técnicas necesarias para trabajar a gran escala y utilizando materiales no tóxicos.
“Recuerdo que al principio fue difícil pero la capacitación y los resultados fueron tan buenos que me animé a guiar a unos compañeros para que también participen”, manifestó Salascán.
Para Patricia Cervantes, propietaria de un taller en Manuel Galecio y Quito, no es nuevo participar en un proyecto del MIES, aunque sí será la primera vez que confeccione uniformes.
“Recibí apoyo por parte del Gobierno para montar mi negocio y, con esta nueva experiencia, de seguro podré expandirlo”, aseguró Cervantes.
El subsecretario de Educación, Juan Carlos Rodríguez, indicó que las adjudicaciones que se otorgarán dependerán de la capacidad de trabajo de los sastres y microempresas de costura.
Durante esta quincena, las personas interesadas en participar de Hilando para el Desarrollo deberán presentar su documentación y ofertas técnicas.