Ferias brindan productos cultivados sin agroquímicos
Veinte agricultores de Lomas de Sargentillo, Santa Lucía, Daule, Riobamba y Manabí se despertaron a las 03:00 de la madrugada de ayer para traer mangos, papayas, uvillas y decenas de frutas y vegetales que vendieron en la feria de alimentos cultivados sin agroquímicos industriales, empleados comúnmente para la cosecha, abono y fumigación de los campos.
Con la creación de este espacio, la Federación de Centros Agrícolas y Organizaciones Campesinas del Litoral (Fecaol) busca establecer una relación más cercana entre los campesinos que cultivan la tierra y los consumidores citadinos.
“Tenemos siete años trabajando para que se deje de usar abono comercial y se realice un abono con los desechos de las fincas; no es un trabajo sencillo porque toma tres meses realizarlo, en cambio el comercial se lo compra y lo pones” explica Richard Intriago, presidente de Fecaol.
Según la última encuesta del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos, en septiembre de este año la diferencia entre los costos al productor y el precio de venta al público de los productos agrícolas se ubicó en un 97.55%.
Intriago dice que con estas ferias esperan sortear este elemento que aumenta los precios del producto y le resta ganancias al agricultor, responsable de toda la cosecha.
Luis Cortez llegó ayer a las instalaciones del colegio Balandra- Cruz del Sur, institución que apoya este proyecto, transportando sus cajas de mangos en un bus de las rutas intercantonales que llegan a Guayaquil desde Santa Lucía.
“Nosotros no tenemos camión, somos una asociación de campesinos, nos gustaría tener un carro que vaya recogiendo a los compañeros y sus productos de Balzar, El Empalme, Santa Lucía”, señala Luis.
Fecaol agrupa a 15.000 personas a nivel del Litoral, de este grupo 150 agricultores se encuentran en proceso de utilizar sólo abonos caseros, remplazar los fertilizantes agroquímicos por otros como las mezclas de ají con ajo o las hojas de los árboles higuerilla, neem y jaboncillo.
La feria llamada “Bona Terra” se suma a otros espacios en los que participa la Fecaol. “Tenemos una feria en Monte Sinaí los primeros sábados del mes, ahora abriremos un nuevo espacio en el Manso Hotel”, explica Intriago.
Las familias del sector de Los Ceibos llegaron ayer hasta la feria para comprar uvillas y papayas, cinco mangos por un dólar, y fundas de fréjoles de todo tipo por $1.
“Si comparas los precios con los del supermercado te das cuenta de que son más bajos”, comentó Alejandra Solorzano, compradora.
Para los estudiantes de quinto curso del colegio, la organización, promoción y preparación de los estands para cada productor, constituyó su actividad de servicio comunitario, que todos los alumnos de este ciclo deben realizar en el país.
Marcos Fiovaravanti, presidente de la Fundación Interra, cuenta que tras conocer a Richard Intriago establecieron una sociedad para realizar esta feria todos los últimos sábados de cada mes. “Los alumnos visitaron las fincas, conocieron por primera vez el esfuerzo de los agricultores y ahora están muy comprometidos con la organización”, manifestó.
A la feria también asistieron los creadores del proyecto “Canasta Comunitaria”, una iniciativa que viene desde Riobamba y que busca mejorar las formas de producción agrícola.
Aracely Tutivén viajó desde Manabí, donde comercializa sus productos en la carretera. “Desde hace dos años tengo cajas de lombrices que trabajan en la tierra para abonar, también preparamos el suelo con caca de vaca y así ahorramos y conseguimos un producto que no es peligroso”, dice.
Intriago de la Fecaol explica que el uso de agroquímicos en fertilizantes y abonos perjudica la salud de los agricultores que los colocan, de los consumidores que los consumen y crea resistencia ante las plagas en las cosechas.
