Falsas alarmas telefónicas entorpecen ayuda rápida
El Sistema Integrado de Seguridad ECU-911, que opera en la urbe, informó que durante mayo se receptaron aproximadamente 90 mil llamadas de emergencia falsas que provocaron el despliegue innecesario de personal de varias instituciones públicas.
El Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG), por ejemplo, mensualmente registra un promedio de 240 atenciones que resultan falsas alarmas, de un total de 3.800 que se reciben desde el ECU-911.
Esto equivaldría a que al menos el 7% de avisos de emergencias recibidas no fue verdadero. Mientras que en el sistema ECU-911 el índice de emergencias falsas que se estima diariamente es del 75%.
Francisco Hansen, jefe de la Central de Alarmas del BCBG, explicó que el procedimiento que se sigue es que el ECU-911 elabora la ficha sobre la llamada y la deriva, según la competencia, a otros organismos.
Entre ellos se cuentan la Policía Nacional, Comisión de Tránsito del Ecuador y Cruz Roja. “Las llamadas falsas hacen doble daño a la comunidad, porque mientras provocan un gasto innecesario de los recursos de la institución, también entorpecen la atención inmediata a una verdadera emergencia”, aseguró Hansen.
También se presentan casos en que las urgencias son disfrazadas de emergencia. Por ejemplo, la semana pasada el BCBG atendió un llamado de un supuesto herido en un accidente hogareño.
Al llegar al sitio, el personal constató que se trataba del requerimiento de un paciente que esperaba ser trasladado a Pascuales para un chequeo médico. “La ciudadanía debe entender que se juega con vidas ajenas en este tipo de llamadas”, manifestó Hansen.
El Ministerio de Seguridad y la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) anunciaron el endurecimiento de las sanciones previstas para las líneas telefónicas desde las que se originen los avisos falsos de emergencia.
Durante una visita realizada esta semana a las instalaciones del ECU-911 que funciona en la vía a Samborondón, el ministro Coordinador de la Seguridad, Homero Arellano, afirmó que estudiará estos hechos considerados como contravenciones de cuarta clase.
Según el Código Penal, el artículo 607 estipula como susceptibles de sanciones a quienes perjudiquen directamente a otras personas, incluso si no existiere daño físico.
La sanción prevista en el código vigente es una multa de catorce a veintiocho dólares y prisión de cinco a siete días. El asambleísta Juan Carlos Casinelli, presente en la visita al ECU-911, comentó que las llamadas de emergencia falsas deben ser vistas como algo más que una “contravención”.
“Se está jugando con recursos de instituciones públicas en cada uno de estos hechos, por lo que me parece que debe recibir una atención más seria”, dijo Casinelli.
También refirió que este asunto debe ser revisado por la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional dentro de la revisión que actualmente se realiza al Código Penal.
Por su parte, la Superintendencia de Telecomunicaciones ejecutará sanciones como la suspensión temporal y total del servicio. Además, se restringirá la compra de equipos (celulares y fijos) en cualquier operadora.
El ECU-911 de la vía a Samborondón que fue inaugurado a principios de este año, tiene 44 consolas para la recepción y atención de llamadas de emergencia, y otras 56 para el despacho de instituciones de respuesta.
Las instalaciones, implementadas en cuatro plantas, también poseen 21 consolas de videovigilancia, 1.700 dispositivos GPS (sistema de posicionamiento global), entre otros recursos tecnológicos.