En la avenida 9 de Octubre, desde la calle Tungurahua hasta García Moreno, agentes de tránsito en formación, con tableros, comenzaron a anotar la cantidad de automotores que circulan, en distintos horarios, por este tramo.    

Los nuevos elementos, guiados por un superior de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), estuvieron el jueves y ayer en esta calle céntrica, desde las 07:00 hasta las 09:00. El ejercicio se repitió desde las 18:00 hasta las 21:00.

Aproximadamente 20 cadetes de la CTE, apoyados por oficiales, registraron el movimiento vehicular existente en estos lapsos. Las intersecciones de la 9 de Octubre con Tungurahua, Carchi y Tulcán registraron mayor presencia de vehículos en las primeras horas de la mañana.  

La Empresa Municipal de Tránsito (EMT) señaló que a partir de los resultados de este ejercicio, se redistribuirá la circulación. Actualmente, la 9 de Octubre es doble vía, conecta el centro con el norte y viceversa.     

Esa avenida, según algunos conductores, tiene  problemas de congestión. Incluso, algunos taxistas, desde el Parque Centenario hasta la Universidad Católica de Guayaquil (Av. Carlos Julio Arosemena), ponen tarifas de hasta $4 porque “hay muchos semáforos”,  explica un profesional del volante.

Este tipo de cuantificaciones de tiempo se evaluará, además, en los sectores de la Plaza Dañín, Francisco de Orellana y en calles de  Urdesa.

Una de las nuevas medidas que empieza a regir, desde hoy, es la prohibición de hacer giros hacia la  izquierda y en “U” por la avenida 9 de Octubre,  desde la calle José de Antepara hasta la calle Tungurahua, en ambos sentidos de la vía.

Los conductores ahora tendrán que  realizar giros en “Q”, esto significa que tienen que avanzar a la  siguiente calle y tomar la derecha hasta completar la ruta que se desea. La CTE tenía previsto ayer colocar la respectiva señalética.

La otra opción es avanzar hasta donde termina la prohibición, esto es pasando la calle José de Antepara en dirección al centro.

Más análisis

Andrés Roche, gerente de la EMT, adelantó  que para reordenar la transportación pública, se efectuará una consultoría especializada. “La vamos a hacer pronto”.

Según el funcionario, eso no significa que se hará un combate contra el gremio, sino que se prestará más atención a  la revisión vehicular para garantizar que el parque automotor se  vaya renovando y se ejecute  el Plan Nacional de Chatarrización. “Conversaremos con el Ministerio correspondiente para trabajar en forma conjunta  y notificarles las  unidades de transportación pública que  tienen que salir porque ya han cumplido su vida útil”.

Aquello se complementará con el desarrollo del Plan de Movilidad, el cual arrojará otros planes de Transporte Público y Vialidad, y Seguridad Vial y Gestión de Tránsito.  

Además, este mes se efectuará el llamado público para los nuevos agentes de tránsito municipales. De acuerdo con las proyecciones del Cabildo, primero se capacitará a 200 elementos y luego vendrán otros, dependiendo de las necesidades.

La capacitación, que comienza en agosto, tendrá una duración de cuatro meses. Entre las pruebas que se harán están las sicológicas y el uso del polígrafo. Posteriormente, se realizará  un nuevo llamado.

Roche descartó que los Policías Metropolitanos se vayan a encargar de administrar el tránsito en las calles; aunque en la actualidad, algunos cumplen tareas de control para que los vehículos pesados no ingresen al cantón por el Puente de la Unidad Nacional y vigilan que no se invadan los carriles exclusivos de la Metrovía.

Traspaso

El traspaso de las competencias del tránsito al Cabildo se dará progresivamente. En enero próximo  empieza a operar la concesionaria SGS, que brindará los servicios públicos de revisión técnica vehicular, matriculación y registro de propiedad de los automotores.

El alcalde Jaime Nebot concesionó esos servicios, que se implementarán a partir de enero. La entidad adelanta que asumirá  las vías y su control en el primer semestre de ese mismo año.