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“Escuché por primera vez el corazón del niño y lloré”

“Escuché por primera vez el corazón del niño y lloré”
19 de junio de 2011 - 00:00

“Emoción y felicidad fueron las primeras sensaciones que experimenté cuando mi novia Angie, de 16 años, me contó que estaba embarazada, hace ya casi 8 meses.

Ella ya tenía algún tiempo sintiéndose con un dolor extraño en el vientre y no sabíamos de qué se trataba. Mi mamá nos llevó al dispensario para que Angie se hiciera  un chequeo y luego de un examen de sangre descubrimos que estaba esperando un bebé.

Para esto, nosotros ya teníamos 4 meses viviendo juntos. Tener un bebé no fue un accidente, pues lo estábamos buscando. Incluso en algún momento sentimos temor de no poder ser padres porque ella no lograba embarazarse.

Angie y yo nos conocimos en el colegio. Estamos en sexto curso, pero ella tendrá que interrumpir los estudios por el parto. Aunque actualmente ninguno de los dos trabajamos nuestro día comienza muy temprano. Asistimos a clases en la mañana, aunque a veces debemos faltar porque ella tiene que hacerse controles médicos, ecografías y yo la acompaño en todos esos trámites.

Me gusta estar con ella para compartir esto. La quiero mucho. He visto cómo le crece la barriga poco a poco y la primera vez que pude escuchar latir el corazón de mi hijo fue muy conmovedor... No me di ni cuenta en qué momento se me salieron las lágrimas. 

En las tardes, dividimos el tiempo en hacer deberes del colegio, ponernos al día con las clases atrasadas y trabajar atendiendo las cabinas telefónicas de uno de mis tíos.

Antes trabajábamos allí solamente los fines de semana, pero ahora queremos ahorrar para comprar cosas, prepararnos para la llegada del bebé y organizar un pequeño baby shower con nuestros familiares y amigos del colegio, que están muy entusiasmados con la idea de convertirse en “tíos”. 

En mi familia solo tuve una hermana, los demás somos varones, por eso es que aunque Angie desea que sea niño, a mí me gustaría tener una niña. Los exámenes le dan la razón a ella: dicen que se trata de un varón, pero yo tengo la esperanza de que estén equivocados.

Angie ya tiene pensado el nombre que le pondrá si las ecografías están en lo cierto... Dice que quiere llamarlo Jacob, por el personaje de una película que le gusta mucho.

El embarazo de mi esposa ha sido muy tranquilo. Nunca sintió molestias como náuseas y cosas de ese tipo. Sin embargo, yo sí sentí los achaques. Recuerdo que tenía  mareos, dolor en los dientes y sobre todo, muchísimo sueño. Durante sus primeros meses de embarazo yo dormía muchísimo más que ella. 

Luego de que el bebé nazca pensamos cambiarnos a vivir al norte, donde es más tranquilo y también tenemos el apoyo de mi familia.   

Yo me estoy especializando en  electricidad y pienso trabajar en eso después de unos meses. Mi papá dice que me ayudará a conseguir algún puesto. Angie se dedicará a cuidar al bebé y luego a concluir los estudios para poder trabajar. Su especialización es informática, así que de pronto podría trabajar en alguna empresa.

Con el cuidado del bebé creo que no tendremos problema, porque mi mamá se ofreció a cuidarlo para que nosotros pudiésemos trabajar y seguirnos desarrollando. Pienso que todo esto ocurrió para bien. Antes yo era más descuidado con todo, era como si realmente nada me importara a profundidad, pero siento que de verdad he cambiado”.

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