Entrega del puente zigzag rebasa, a estas alturas, varios plazos
Desde las 08:00, de lunes a domingo, se observa trabajar a decenas de obreros que construyen el paso, en forma de zigzag, que conectará a las universidades Guayaquil y Católica.
Ayer pudo apreciarse que la estructura del viaducto que atraviesa el Estero Salado -y que hace apenas un mes no estaba completa-, ya permite el cruce caminando, de extremo a extremo, desde la Universidad Estatal hasta el parque lineal.
Los jornaleros, quienes afirman que laboran hasta las 19:00, simultáneamente colocan cemento en el piso, instalan barandas y unen techos con forma curva. No obstante, en la obra se evidencia que poco se ha avanzado en los detalles, aunque, según declaraciones de la constructora a medios locales, la nueva edificación está avanzada en un 95%.
Esta obra -parte de los trabajos de regeneración urbana que ejecuta el Municipio de Guayaquil en varias zonas locales- arrancó el 22 de julio de 2011 y debía entregarse el 5 de enero del presente año.
Pero de acuerdo con la empresa contratista encargada, el Consorcio Torres Veloz, debía estar lista el pasado 25 de abril (tres meses después). De cualquier forma, hay retraso.
Hace un mes la constructora informó que la demora se originó porque hicieron algunos rediseños que se llevaron más del tiempo previsto originalmente.
La compañía, al igual que ocurrió con la otra entidad que levantó el puente de Las Monjas (Urdesa), adujo que las condiciones del Estero Salado han complicado la culminación de los trabajos.
“La razón principal es la marea; no es lo mismo trabajar una obra en el río Guayas que en el Estero Salado, aquí es difícil hacerlo porque son máquinas pesadas”, explicó entonces Nelson Pineda, ingeniero de la empresa Recotec, fiscalizadora del proyecto.
Por su parte, Leonard Morales, jefe de la obra, dijo a inicios de abril que el paso estaba avanzado un 85% y que únicamente restaba concluir la parte de los acabados, es decir, la fase final del puente.
“En total tenemos unos 60 obreros que laboran en una sola jornada”, indicó.
El proceso de construcción incluyó la realización del pilojate, la instalación de vigas metálicas y de hormigón.
El monto inicial del proyecto era de $ 1’980.000, pero con los cambios suscitados la inversión es de aproximadamente $ 2’000.000.
Para el jefe de la obra, la estructura del puente es similar a la de los viaductos vehiculares que hay en la ciudad.
“La cimentación está realizada con pilotes, los cuales tienen una gran capacidad. Por las características del Estero Salado, según los diseños, este puente debía construirse así por la resistencia que tiene este tipo de suelo. Luego de los pilotes se coloca la estructura de amarre principal, las vigas metálicas y las vigas doble T prefabricadas. Encima se pone la losa y posteriormente los acabados”.
El especialista explicó que la obra contemplaba la colocación de 40 pilotes, no obstante, por razones técnicas solo se instalaron 39 a una profundidad de 33 metros.
Morales recordó que en el lugar se colocó gran cantidad de maquinaria pesada, por lo que se han comprometido a dejar el sitio tal y como estaba antes de iniciarse la construcción.
La pasarela que une ambas universidades, y que posee un diseño en forma de zigzag, tendrá una extensión de 105 metros de punta a punta, 150 metros de caminata lineal y 6 metros de ancho.