En Pascuales las tricimotos se multiplican y saturan las calles
Inés Vargas, de 74 años, visita con frecuencia a su hija que vive en Pascuales. El precio de 50 centavos que ella paga para transportarse en una tricimoto no le resulta caro.
“Es mejor que viajar en bus. Me gusta porque solo viajan tres personas y como vamos de frente conversamos todo el camino”, dice.
Lucía Vargas, de 76 años, quien la acompaña, mira por la ventana durante todo el recorrido. “Debo cogerme de la puerta por los baches”, manifiesta. En el centro de la parroquia hay horas en que se ven más tricimotos que autos.
“Existe señalización, pero ni los carros respetan a las tricimotos, ni las tricimotos a los carros”, dice Danny Wong, de 20 años, quien trabaja de tricimotero a medio tiempo, porque tiene otra laborar por las noches.
Cada vez aumentan más
Jorge Boloña, de 19 años, habitante del sector, usa el transporte todos los días y cree que existen muchas unidades. “En feriados no se puede ni pasar por el centro, uno se demora en cruzar la calle”.
Con él coincide Vicente Álvarez, de 50 años de edad y presidente de la Cooperativa TriciBautista.
Él empezó en 2005 con cinco motos. Hoy tiene 30, de ellas 16 homologadas y traídas desde la India. Cuenta que el valor de cada vehículo va de los 4.000 a 6.000 dólares y que pronto tendrá uniformes de trabajo.