Publicidad

Ecuador, 26 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Los ciudadanos critican la política ambiental del alcalde de guayaquil

En Guayaquil se cortan 44 árboles de La Atarazana, pese a que aún existe un déficit de áreas verdes por persona

En la avenida Nicasio Safadi, al norte de Guayaquil, solo hay troncos sin ramas y agujeros donde antes había matas de mango y samanes. Foto: José Morán / El Telégrafo
En la avenida Nicasio Safadi, al norte de Guayaquil, solo hay troncos sin ramas y agujeros donde antes había matas de mango y samanes. Foto: José Morán / El Telégrafo
09 de diciembre de 2015 - 00:00 - Redacción Guayaquil

En la calle Nicasio Safadi, en el norte de Guayaquil, ya no se escucha el golpeteo de las ramas de los árboles.  Los samanes y plantas de mango que daban sombra en dos cuadras de dicha vía, desde la Roberto Gilbert Elizalde hasta la Atahualpa Chávez, desaparecieron.

En su lugar hay cascajo, piedra chispa y restos de concreto. En algunos tramos se aprecian troncos desnudos, con sus raíces bajo tierra, y agujeros donde otras especies fueron removidas.

Una ruidosa retroexcavadora pasa por el lugar con un adhesivo, celeste y blanco, en el que reza: ‘Obra de la Alcaldía (de Guayaquil)’. Desde el pasado domingo, 44 árboles fueron cortados.

Los vecinos de La Atarazana recuerdan que a las 06:00 del citado día llegaron las cuadrillas municipales y eliminaron la vegetación. A las 14:00 ya no quedaban ramas ni hojas.

La acción del Cabildo ha provocado molestia, indignación y tristeza en los habitantes. Los residentes más antiguos coinciden en que las especies tenían alrededor de 50 años y que ellos las habían sembrado. Ninguno apoya la decisión de la administración del alcalde Jaime Nebot. “Es una estupidez”, “Es un crimen (a la naturaleza)” y “Me da tristeza”, expresan. Sin embargo, ningún vecino se atreve a dar su nombre por temor a represalias. “Usted sabe que no podemos decir nada contra gente con poder”, comenta un residente.

En las redes sociales las críticas son masivas. Darwin Valarezo cuestiona: “¿Este es el proyecto exitoso?”. Por su parte, Francisco Arango rechaza: “Los samanes de La Atarazana no los verás más, otra obra de Nebot”. Y Andrés Franco escribe: “Ojalá no sean reemplazados por otras palmeritas decorativas”.

Según el portal de la Alcaldía, en la zona se realiza la refacción de aceras, veredas, bordillos, cunetas y la remoción y reposición del sistema de alcantarillado.

Ante los numerosos reproches, Nebot reaccionó en su cuenta de Twitter: “Hay circunstancias donde técnicamente no hay otra solución que trasplantar los árboles. Es lo que se va a hacer con los de La Atarazana. Es lo mismo que se ha hecho con cientos de árboles que hoy lucen frondosos en el Parque Metropolitano de Guayaquil”.

Asimismo, Abel Pesantes, director de Áreas Verdes del Cabildo, justificó -en una estación televisiva local- que los cortaron porque se corría el riesgo de que las ramas y troncos caigan por vetustez.

“Los árboles no son talados. Van a ser llevados al distribuidor de tráfico de la vía Perimetral, vía a Daule y al Parque Metropolitano”.

Un equipo periodístico de EL TELÉGRAFO en la mañana de ayer realizó un recorrido por los sitios mencionados por las autoridades, pero en dichos puntos nadie conocía el paradero de los árboles de La Atarazana.  

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), hasta 2012 Guayaquil tenía 1,1 m² de áreas verdes por persona, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 9 m², pero el Alcalde señala que hoy tiene 17 veces más y que casi llega al número ideal (I).

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media