En el barrio Nueva Esperanza hay redes de agua, no el líquido
El agua potable es un servicio que aún no llega a los vecinos de la cooperativa Nueva Esperanza, en Colinas de Montebello, en el noroeste del cantón.
El barrio, integrado por seis manzanas, fue constituido 20 años atrás, pero el Cabildo hace dos años instala las redes que transportará el líquido a las viviendas.
Los moradores aseguraron que la finalización de los trabajos fue ofrecida para octubre del año pasado, pero desde entonces se ha postergado. “Nos habían dicho que estaría en enero, luego en julio, después en octubre y todavía no nos dan agua”, lamentó Magaly Salazar, una de las vecinas.
En las cooperativas vecinas en las casas se han instalado acometidas (tubos para conexión) y medidores que abastecen el servicio. Sin embargo, en Nueva Esperanza tienen colocada la red, pero no hay el líquido.
“Los tanqueros no pasan todos los días, por lo que tenemos que pedir a los vecinos que nos regalen agua”.
Wellington Chávez
residente de Nueva EsperanzaEn la parte exterior de las viviendas de la zona se observan tuberías azules a las que los usuarios deberán conectar sus ductos. Aunque los vecinos desconocen la fecha en que empezarán a ser abonados.
El tanquero es el único medio a través del cual se abastece el sector. No obstante, dicho servicio también es irregular. “No pasa todos los días y tenemos que pedirles ayuda a nuestros vecinos (otras cooperativas) para que nos permitan llenar los tanques (en sus casas)”, explicó el morador Wellington Chávez.
Esta situación ocurre a pesar de que el Cabildo ha reiterado que, en el cantón, el 100% de la población ya tiene agua potable.
90% sin alcantarillado
En Nueva Esperanza la única vía pavimentada, por el Cabildo, es la que se conecta con la Perimetral. En cambio, las peatonales carecen de hormigón.
En la época lluviosa, el lodo desciende de un cerro y cubre los caminos, ya que el 90% del lugar carece de alcantarillado. Esto también afecta el pequeño sector que sí cuenta con sistema de drenaje. “Los que vivimos en los terrenos pedregosos somos lo que debemos lidiar con el lodo durante la temporada de lluvias”, se quejó Glenda Quinde, habitante del lugar.
Las obras, afirmaron elementos del vecindario, estaban paralizadas hace cuatro meses. Pero en la mañana de ayer, luego de una denuncia de parte de los habitantes a un canal de televisión, una cuadrilla de la concesionaria Interagua estuvo en el lugar y removió la tierra e instaló un ducto.
Ilfn Florsheim, vocera de la concesionaria, adelantó que allí el servicio estará disponible desde finales de diciembre de este año. Aunque, al ser consultada sobre la fecha que iniciará la obra no dio detalles.
Problemas de legalización
La falta de legalización de algunos predios es otra de las necesidades del sector. Pese a que cuentan con energía eléctrica, los moradores han tenido dificultades en el Municipio para regularizarse.
Según los moradores, dos décadas atrás compraron los terrenos, porque les prometieron que los predios constarían en los registros catastrales del gobierno seccional. La oferta de estabilidad no llegó a todos los compradores. Quienes denuncian el hecho prefieren no identificarse por temor a represalias. Alrededor de 80 familias son perjudicadas.
Este medio observó ayer que en uno de los inmuebles de la zona había un letrero en el que se ofertaban lotes en Colinas de Montebello, pero no había nadie que respondiera para realizar la transacción correspondiente.
En la zona todavía existen algunos terrenos baldíos y los vecinos desconocen a sus propietarios.