Emergencia en el noroeste de Guayaquil por fuga de químico
Personal de Materiales Peligrosos del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil se desplazó hasta el sector de la Ladrillera, en el bloque 21 de Flor de Bastión, noroeste de Guayaquil, para controlar la fuga de un químico, ocurrida cerca de las 13:30.
Se trataba de un tanque de cloro que estaba en los exteriores de una vivienda. El incidente habría sido provocado por un menor de edad que supuestamente manipuló la válvula del cilindro. Antes de las 16:00 fue controlada la emergencia.
El hecho ocurrió al lado de una Unidad de Policía Comunitaria (UPC). Un gendarme indicó que percibieron el fuerte olor y al salir vieron a un adulto desmayado a media cuadra de distancia y un poco más adelante a un menor inconsciente. Ambos fueron trasladados al hospital Universitario, en la vía Perimetral. "Un señor de la vivienda dijo que ya tenían el tanque hace bastante tiempo, pero lo sacaron a la calle porque adentro estorbaba", dijo el agente.
Según moradores, en el sitio funciona un taller de refrigeración; sin embargo, otros habitantes dijeron que ahí compraban y vendían chatarra.
El mayor Ricardo Jairala, jefe de la Sexta Brigada del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG) explicó que dependiendo del clima, el gas puede dispersarse 100 metros o hasta un kilómetro. Además indicó que el cloro es un elemento tóxico y corrosivo que sí puede provocar la muerte.
"Desconocemos la razón por la que el tanque estaba en esas instalaciones. Hicimos una fuga controlada echándole agua para disipar su efecto en el ambiente", agregó el oficial.
Posteriormente, tres elementos de la brigada de Materiales Peligrosos de la ‘Casaca Roja’ se vistieron con un equipo de protección clase A (mayor seguridad) y se acercaron al cilindro para cerrar la válvula. Dentro de los trajes herméticos, cuyo material es parecido al plástico, los bomberos llevaban un equipo de respiración para poder respirar una hora, libres de la contaminación.
Finalmente, según información de la institución, el tanque sería trasladado a una empresa de procesamiento de productos químicos. El mayor Jairala concluyó diciendo que la Oficina Técnica de Prevención de Incendio (OTPI) realizará una inspección en el inmueble donde se encontró la bombona.
Los curiosos no fueron conscientes del riesgo y no respetaron las cintas de peligro que fueron puestas por la Policía para evitar el paso.
Esta es la tercera emergencia de gran magnitud por fuga de químicos en menos de dos semanas. El miércoles 16 de abril se produjo una fuga de amoníaco en una embarcación que se encontraba en la Terminal Portuaria Internacional Puerto Hondo, ubicada en el sector del mismo nombre, en el kilómetro 15 de la vía a la costa, en Guayaquil. Mientras que el pasado miércoles 23 de abril, otra fuga de amoníaco en un barco en el puerto de Manta dejó cuatro personas fallecidas.
