Publicidad

Ecuador, 21 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

El negocio comenzó fuera del colegio Vicente Rocafuerte, ahora tiene un local propio en el centro de la ciudad

El tradicional encebollado de Valdano

El tradicional encebollado de Valdano
06 de septiembre de 2015 - 00:00

Jefferson Merchán, estudiante de Facso

Guayaquil es la ciudad del encebollado, en cualquier esquina, barrio, calle o avenida, siempre existe un lugar en donde se vende encebollado. Uno de ellos es la picantería de Valdano, ubicada en Boyacá 628 y Padre Solano. Su propietario es Carlos Román Torres, más conocido como ‘Valdano’.

Con 40 años de experiencia en el negocio de los encebollados, cuenta que se inició como ‘cevichero’ junto a su padre, Luis Román, con quien vendía encebollado a los estudiantes del colegio Vicente Rocafuerte, a 2 y 4 reales el plato.

Primero abrió un quiosco en Clemente Ballén y Pedro Carbo,  luego en Padre Solano y Boyacá. Ahí atendió 10 años, pero por la regeneración urbana hace más de un año está en su nuevo local.

Este hombre, sin duda alguna, es uno de los personajes anónimos y queridos por muchos guayaquileños que día a día visitan su establecimiento y él los recibe y atiende con su característica  amabilidad.

Cuenta que está en el  negocio de los encebollados hace varios años. “Primero fui ayudante de mi papá; cuando vendíamos encebollados afuera del Vicente Rocafuerte”.

Aunque se ha cambiado de sitio en dos oportunidades, su clientela lo sigue a donde vaya.

Dice que añora la época que atendía en un quiosco, pero también le agrada que su local sea visitado por familias enteras. Ahí pueden disfrutar del encebollado, la guatita y la tradicional bandera.

Sus recetas no guardan secretos ni incluyen ingredientes especiales. Lo prefieren porque usa productos frescos y cero condimentos procesados. El resto es cortesía, rapidez, limpieza y deseo de ofrecer lo mejor.

“Yo vengo desde los tiempos en que el encebollado se vendía en balde, por eso me dicen ‘Valdano’. Así me quedé con ese nombre”. (I)

Buen humor y cortesía son la clave para vender

“No existen recetas mágicas. Lo único que marca la diferencia es la buena sazón, la higiene y el buen trato con los clientes”, asegura Román.

“Me siento halagado porque la gente, cuando sale de aquí del local, se va dando las gracias de corazón. Eso me llena de alegría. Jamás me van a ver malhumorado. Mis clientes saben que soy muy atento y que siempre trato de que salgan satisfechos. Ellos son mis clientes y este es mi negocio”. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media