El primer aguacero largo volvió a desnudar a una ciudad vulnerable
El norte, el sur y el oeste, indistintamente que sean áreas periféficas o residenciales, tuvieron problemas por inundaciones en sus avenidas y caminos principales.
En el noreste, donde se encuentran espacios como Flor de Bastión, Bastión Popular, Mapasingue y Monte Sinaí se produjo la mayor cantidad de daños con la precipitación que empezó en la noche, se extendió toda la madrugada y recién paró pasadas las 09:00.
En tramos de Monte Sinaí, alrededor de las 07:00, el agua les llegaba a los habitantes aproximadamente hasta los muslos, lo que agravó el panorama del sector que se caracteriza por sus caminos de tierra que fácilmente se convierten en fango.
Algunas personas que tenían que salir de sus casas a laborar en las primeras horas de la mañana, llevaban sus vestimentas en fundas plásticas, para cambiarse la ropa empapada cuando llegaran a sus destinos.
En un recorrido que realizó este diario por la zona, se constató que los habitantes usaban botas y transitaban con mucha cautela para evitar accidentes, por los riesgos que corrían de resbalar y golpearse con piedras o caer en los enormes charcos que se formaron.
Uno de los sectores donde fueron más evidentes las afectaciones por las lluvias es el conocido como Ebenezer, donde cerca de 30 casas quedaron aisladas por la gran cantidad de agua que se acumuló en una de las vías de acceso y que ingresó a las viviendas.
Isabel Mendoza, moradora de la zona desde hace varios años, dice que esta situación es recurrente en cada invierno, pero que en esta ocasión se ha agravado.
Ella explica, con evidente preocupación, que “todos los años pasa lo mismo, pero ahora ya tenemos más de dos semanas con el agua acumulada, pese a que se abrió un canal para que desfogue, eso fue una solución temporal, porque con la lluvia de ayer la situación está peor y hay más agua”.
Eva Martillo, otra madre de familia del sector, mira con temor a lo lejos su vivienda de caña. A causa de la lluvia y de la acumulación de agua se encuentra inclinada a un costado, lo que vuelve peligroso estar dentro de ella. “Pedimos a las autoridades que nos ayuden arreglando las calles, para que el agua de las lluvias pueda fluir y no poner en riesgo nuestras casas, que es lo único que tenemos para vivir”.
Sin embargo, la acumulación de agua es tan solo uno de los problemas de los moradores de este populoso sector del noroeste de la ciudad.
En la cooperativa Realidad de Dios, varios metros hacia el interior de Monte Sinaí, una parte del terreno cedió, dejando incomunicados a los moradores e impidiendo que algunos, incluso, acudieran a sus trabajos.
En otra zona cercana a este punto, un grupo de vecinos se unió para juntar sacos con material de construcción abandonado y rellenar los contornos de una tubería de agua de lluvia que también se desbordó, inundando casas y calles.
Iván Pincay tiene 39 años y vive con su familia en esta parte de la ciudad desde hace 10. Según dice, esta situación perjudica económicamente a las personas del sector.
“No se puede ni salir a trabajar así y cuando ya el agua baja un poco, esto se llena de mosquitos”, se queja, “por eso pedimos a las autoridades que vengan a atender este problema, que nos ayuden con material de relleno y que reparen las vías de acceso. Nos tienen olvidados”.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNRG), a través de su Dirección Provincial en Guayas, realizó una entrega de ayuda humanitaria a 30 familias de la cooperativa Ebenezer. Según información preliminar, aquí serían 300 las viviendas afectadas por las agua de lluvia represadas.
Como parte de la prevención, el fin de semana pasado se realizó una minga de limpieza de la zanja de la zona, donde participaron las brigadas comunitarias, capacitadas por la SNGR.
Mediante comunicado, esta dependencia anunció similares acciones que se coordinarán en los próximos días para limpiar el canal que pasa por esta zona.
Otros afectados por las precipitaciones, se encuentran en: cooperativa La Ladrillera, que registra inundación; el bloque 7 del Fortín, donde colapsó la estructura de una casa; y el km 26 sector Puente Lucía, sitio en el que también se registró un colapso estructural.
Otros sectores del norte y sur de la ciudad también vieron alterada su rutina por la lluvia que se extendió por largas horas en toda la ciudad.
Calles inundadas, niños y adultos caminando apurados con impermeables, portando paraguas, personas guareciéndose de la lluvia en portales, tiendas y bajo los árboles, fue la tónica de la mañana del pasado miércoles.
En el tramo norte de la Vía Perimetral, las laderas de sectores como Bastión Popular, Paquisha, entre otros, muestran señales de desprendimiento de tierra.
Yadira Guzmán, quien vive en Bastión Popular desde hace 5 años, manifestó su preocupación por los vecinos asentados prácticamente al borde del cerro.
“Somos familias de pocos recursos y una reubicación sería lo ideal antes de que ocurra una desgracia”, expresó, nerviosa, Guzmán.
Mientras que en el sector de Flor de Bastión, moradores de las zonas bajas se quejaron de la falta de un sistema de alcantarillado y pavimentación de calles.
Pese a que la lluvia terminó durante las primeras horas de la mañana de ayer, en varios sitios el agua proveniente de las partes altas seguía arrastrando lodo y basura hasta cerca del mediodía.
Isabel Ilena, una de las afectadas del noreste de la ciudad, aseguró que desde las 18:00 del martes comenzó la precipitación que en pocos minutos inundó su vivienda. “Prácticamente no pude dormir, no por los rayos y truenos sino porque el agua me llegaba casi hasta la cintura”
Los habitantes del lugar, por su cuenta, comenzaron a limpiar los desperdicios hasta que llegara el carro recolector de Puerto Limpio.
En la avenida Las Aguas, en el norte de la urbe, una gran cantidad de agua y restos de piedras se acumularon a la altura del colegio Francisco Huerta Rendón.
El agua descendía con fuerza del cerro y formó una pequeña cascada, mientras los vehículos circulaban con las luces encendidas por la intensa nubosidad que se mantuvo durante gran parte de la mañana.
La ciudadela Kennedy, Miraflores, varias avenidas de Los Ceibos, los alrededores del centro comercial City Mall, así como calles de La Floresta y Las Acacias en el sur también se vieron afectadas por el prolongado aguacero.
Avenidas como la Juan Tanca Marengo, de las Américas, Quito, 25 de Julio, Domingo Comín y Francisco de Orellana registraron embotellamientos y circulación muy lenta, especialmente en las horas pico de la mañana. El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrografía (Inamhi), a través de publicaciones en su página y su cuenta de Twitter, informó sobre las precipitaciones pluviales registradas entre las 07:00 del martes y las 07:00 de ayer.
Según el mapa del reporte, Guayaquil y zonas aledañas como Samborondón, Salitre, Yaguachi y Milagro fueron los cantones donde se presentaron lluvias superiores a los 100 mm.