Publicidad

Ecuador, 25 de Diciembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

$100 bastan para efectuar un paseo de guayaquil a volcán chimborazo

El paraíso ecuatoriano está en la esquina

Por Paola Gómez Behr

A pasos extremadamente cortos y en cámara lenta. Partículas de hielo cubren la cabeza y los hombros. El paisaje blanco es inefable a 5.000  metros de altura. ¿Quién hubiera pensado que se podría estar en un sitio así a 4 horas Guayaquil?

En épocas en las que de una forma u otra comenzamos a comprender la importancia que tiene la autovaloración, llegamos a descubrir que Ecuador contiene, dentro de sus límites, maravillas. Es el caso de Chimborazo.

Un par de días son suficientes para comprobar que tenemos cerca el privilegio y el honor de vivir en un lugar de fantasía y un museo viviente con paisajes que se tornan en reales obras de arte.

Sus insuperables atributos permiten extasiarnos. Incluso los extranjeros lo eligen como destino de aventura y recreación.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las visitas de extranjeros al territorio nacional aumentaron de 1’047.098 en  2010 a 1’273.166 en 2014.

Asimismo, cada vez son más los incentivos que se presentan dentro de este campo, sobre todo en la promoción del turismo ecológico-natural que pretende trabajar mano a mano con la naturaleza.

Ahora son algunas las empresas, e incluso personas particulares, que deciden hacer de esta nueva tendencia su estilo de vida.

Una de ellas, Karla Mantilla Chica, líder de la iniciativa Travel Out Loud, explica que Ecuador es un país accesible para todos y que no existe mejor manera de aventurarse que con un grupo de amigos. Por este motivo asegura que Travel Out Loud nació como un club de viajeros con la idea de conocer, en compañía de los más cercanos, los lugares del Ecuador que no suelen ser promovidos como destinos populares por las diversas agencias de viaje. Uno de los primeros recorridos que decidieron emprender fue el paso por Chimborazo-Quilotoa-Colta, tres maravillas naturales que comprenden un sinfín de vivencias llenas de adrenalina, aire libre, música y tradición.

Con un presupuesto de alrededor de $100 por persona, estos 10 viajeros que no se consideran a sí mismos turistas, se trasladaron durante un feriado en una furgoneta desde Guayaquil hasta el volcán Chimborazo. Allí escalaron al tercer refugio ubicado a cinco mil metros de altura. Luego del descenso cerraron con broche de oro la jornada, disfrutando del ambiente festivo, acogedor y alegre del Bar Karaoke del hotel El Galpón de Riobamba, en el que se alojaron las dos noches.

El segundo día visitaron la Catedral de Riobamba, a tan solo 300 metros del hotel, apreciaron las artesanías y el centro cultural de la ciudad, sin dejar de observar la idiosincrasia característica de sus habitantes y el valor del trabajo manual. Al finalizar la mañana emprendieron su camino hacia Quilotoa. Luego de aproximadamente 2 horas de viaje descendieron a la caldera donde se esconde la laguna y coronaron el cráter del volcán.

Allí disfrutaron los cientos de visitantes que optaban por arriesgarse en la travesía, a pie o sobre humildes mulas que pedían socorro con ojos desgastados y el cuerpo exhausto por el peso de no tan livianos turistas. La visita al Quilotoa terminó con un chocolate caliente y comida casera, típica de los chalets turísticos. Al tercer día, ya en su ruta de regreso al Guayas, el grupo de ‘Louders’, como se denominan entre sí, desvió el camino para dejarse extasiar por La Balbanera, la primera iglesia construida en suelo ecuatoriano en el año 1534. Además encontraron el tiempo para disfrutar de frescos huevos de codorniz junto a un paisaje utópico en la laguna de Colta. Cada experiencia resultó  más enriquecedora y cautivadora que otra.

Para Jorge Nuques, miembro activo del club, el viaje es una misión cumplida y una gran satisfacción personal. El joven entusiasta resalta el sentido de pertenencia y el honor que siente ante su nacionalidad. “Ecuador es un paraíso en la tierra; tanto los colores de la naturaleza como de sus cielos son simplemente espectaculares. Estoy orgulloso de ser ecuatoriano y de poder disfrutar de mi país”, aseguró Jorge.

Así como este grupo de jóvenes, los ecuatorianos deben reencontrarse con el atractivo de su propia tierra, sin envidiar o anhelar destinos ajenos. Ecuador encierra un sinfín de propuestas inigualables que deben ser exportadas al resto del mundo a través de embajadores de marca, y quién mejor que los nacionales para, luego de haber conocido y experimentado las bondades del centro del mundo, contarles a los demás sobre el mejor destino verde del mundo: Ecuador. 

 

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media