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Los fines de semana los clientes se duplican

"El lechón", la marisquería de nombre contradictorio

"El lechón", la marisquería de nombre contradictorio
11 de junio de 2016 - 00:00 - Andrés Barona y Gabriela Cassagne. Estudiantes de la ULVR

Al escuchar “El lechón” se nos viene a la mente una rica fritada, pero al llegar al lugar nos encontramos con una marisquería ubicaba en Víctor Manuel Rendón entre García Avilés y Boyacá, centro de Guayaquil.

Su propietario Jimmy Assan, de 59 años de edad, a quien sus clientes conocen como “El chino”, comentó el porqué del nombre si cualquier persona puede relacionar el término “lechón” con un lugar donde venden “chancho”.

El nombre de su local, que fundó junto a su esposa Gina Villa, hace 36 años y con la ayuda económica de su padre, surgió porque no tenía dinero para hacerle publicidad. “Se me ocurrió ponerle un nombre contradictorio porque cuando uno está con sus amigos y te provoca comer algo y te invitan a “marisquería el lechón” todo mundo te va a pegar una retada o insultada, así es como logré que el nombre quede en la mente de las personas”.

Assan es periodista de profesión pero no ejerce la carrera por falta de tiempo, ya que se dedica a múltiples negocios. Quien se encarga de la sazón de los platillos es su conviviente que junto a sus cuatro ayudantes complementan el buen servicio.

Entre los platos que ofrecen está la cazuela de pescado, bandera, arroz marinero u otros, pero el más pedido por sus visitantes es el encebollado y su costo varía desde los 2.95 a 5.00 dólares el completo. El lugar recibe a diario entre 50 y 60 personas, de 08:00 a 15:00 y el número se duplica los fines de semana. A este lugar también asisten personajes como los cantantes Gerardo Mejía, Jesús Fichamba, Hilda Murillo y los políticos Raúl Patiño y Henry Cucalón”.

El cliente Jhon Ordeñana asegura que visita el lechón desde hace más de 15 años con su esposa. Lo hacían desde que eran enamorados y ahora lo hace en familia. No descartan que la marisquería se convierta en un restaurante por la aceptación de la ciudadanía, mientras tanto sigue en unión con su esposa en la búsqueda de nuevas ideas para “El lechón”. (I)

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