El colegio Vicente Rocafuerte afronta nuevos retos al llegar a los 170 años de fundación
Presidentes de la República, connotados políticos, destacados deportistas, entre otros ciudadanos ilustres, forman parte de la historia estudiantil y docente del colegio Vicente Rocafuerte, uno de los planteles emblemáticos de Guayaquil y Ecuador, que hoy cumple 170 años de creación.
El casi bicentenario establecimiento educativo, según varios maestros y alumnos, mantiene vigente “la casta aguerrida y vencedora” pese a los problemas de disciplina que colocaron el nombre de la institución en la mira de la opinión pública durante 2011.
Carmen López, rectora de plantel, reconoció que ha sido un año difícil por formar parte de las noticias, incluso, dentro del ámbito judicial. “Pese a todo ello, estamos trabajando para unir aún más a nuestra comunidad educativa”, sentenció.
López proyecta una participación más activa de los padres de familia para preservar la integridad física, espiritual y académica de los estudiantes con la conformación de brigadas que estén atentas a lo que ocurre tanto dentro como fuera del plantel.
De conseguir ese cometido, no sería el primer hito en el que participa López dentro del Vicente Rocafuerte. Hace casi 15 años formó parte del primer grupo de educadoras en ser admitida en el plantel.
“Se tenía la creencia de que la docencia aquí solo podía ser impartida por varones”, relató López quien recuerda que fue Wilmer Zambrano, vicerrector de aquella época, “el primero en romper esquemas”.
La coeducación que regirá desde 2012 también plantea nuevos retos físicos, académicos y disciplinarios. Roberto Betancourt, uno de los docentes más antiguos del plantel, con casi 29 años dedicado a asignaturas relacionadas con Psicología, considera que el nuevo cambio no afectará la tradicional imagen del VR.
“Existen grupos que se resisten a esta modalidad, pero mayoritariamente se tiene la creencia de que beneficiará académicamente al plantel”, dijo Betancourt quien recomendó reforzar el aspecto disciplinario para evitar contratiempos.
El docente tiene guardada la imagen de compañeros de estudios que cayeron en las calles de Guayaquil, en 1968, a causa de represiones policiales durante unas protestas contra el presidente Velasco Ibarra.
“Éramos inquietos, reaccionarios pero también educados”, puntualizó Betancourt. “Ahora parece ser que la juventud está un poco dormida; se cometen muchas injusticias y no reacciona, y encima está manejada por grupos políticos”.
Entre sus alumnos vicentinos más destacados recordó a los hermanos Gastón y Antonio Gagliardo (asambleísta de PAÍS y Fiscal del Guayas, respectivamente), Guillermo Chang (ex vice alcalde de Guayaquil) y Luis “El Chino” Gómez (futbolista), a quienes Betancourt calificó como “caballeros”.
El Fiscal del Guayas, quien llegó a ser Abanderado del Pabellón Nacional en el VR, manifestó que tiene presente en su memoria los años dedicados a su “alma máter”, tanto como estudiante y docente.
“Ahí también conocí a mi esposa durante la elección de la reina del plantel”, afirmó Gagliardo, quien se siente orgulloso de compartir los cuadros de honores del Vicente Rocafuerte junto a otras figuras políticas reconocidas como el ex presidente Jaime Roldós.
Entre los estudiantes del emblemático plantel existe un aire de expectativas por ser parte de los cambios que se aplicarán a partir de 2012.
El futuro de la frase distintiva del plantel “Donde hay una VR hay un campeón”, es una de las inquietudes de Jersson Oñate, estudiante de 3º de Bachillerato.
“Habrá que buscar alguna palabra más incluyente que campeón”, comentó Oñate, quien lamentó no estar presente en la etapa mixta de su colegio. Pese a los cambios y problemas, la VR, para muchos, seguirá vigente en la historia del país.