El canotaje, un estilo de vida
Dentro del agua, en una embarcación peculiar, Stephanie Perdomo, una joven guayaquileña de 24 años, disfruta de un deporte que ha sido su pasión por casi 5 años.
Desde muy pequeña tuvo una gran pasión por el deporte desarrollado en el agua.
Fue campeona, representando al colegio en el cual estudiaba y para una academia de la ciudad, de varios torneos.
Posteriormente la Federación del Guayas fue su principal escuela y disciplina para los deportes.
Ella actualmente dedica su vida al canotaje.
Este deporte tiene sus principales orígenes en países europeos y luego fue implementado en pocos países de Latinoamérica.
Ha llegado a formar parte de su vida diaria. Es la razón por la que se levanta temprano y se siente activa.
Tras sus complicados inicios en este deporte, es ahora una campeona reconocida en el medio deportivo y gran representante del Ecuador internacionalmente.
Sus características son la fuerza y la confianza a la hora de sus entrenamientos.
Con el apoyo de su familia ha alcanzado, hasta el momento, 189 medallas nacionales e internacionales.
Ingerir comidas a tiempo, una nutrición bien equilibrada y horarios de entrenamiento permanentes son requisitos necesarios para practicar esta disciplina.
Este deporte es catalogado como extremo debido al esfuerzo y desgaste de adrenalina al momento de realizarlo.
“El canotaje es un deporte de muchísima energía, por eso me gusta hacerlo”, expresa Perdomo.
En Ecuador y en el mundo, las escuelas de canotaje requieren expertos en medicina, nutrición y fisioterapeutas.
Los practicantes, independientemente de sus categorías, deben mantener una buena salud física y mental al momento de competencias y en el entrenamiento.
Rutinas comunes del canotaje son el crossfit, pesas, remos y circuitos de fortalecimiento.
Sebastián de Cesare, argentino de 31 años radicado en Ecuador desde 2003, es el entrenador de Canotaje en el Club Náutico.
Afirma que las rutinas de fortalecimiento deben ser diarias, pues contribuyen en el rendimiento durante las competencias.
De Cesare dice que el canotaje es más conocido por la mayor cantidad de jóvenes que se han sumado, y por la cobertura en la prensa de los reconocimientos de sus alumnos en torneos internacionales. “Inicié con 5 jóvenes en 2003. Ahora son aproximadamente 200 en Guayas. 20 están en la selección de canotaje de Ecuador. Lo importante es que ya no lo confunden con el remo”, comenta entre risas.
En Guayaquil, se puede practicar en el Club Náutico, en la Academia Naval Almirante Illingworth (ANAI), en la Universidad de Guayaquil y en la Playita del Guasmo.
En cada centro el costo varía. Para los menores de 18 años que desean conocer la disciplina, no tiene ningún costo.
El Gobierno Nacional proporciona los materiales e indumentaria para realizarlo.
Aguas en contra
En el Estero Salado de Guayaquil, que es el principal lugar en donde se lo practica, las condiciones medioambientales en muchas ocasiones no son del todo buenas.
Perdomo cuenta que, en ocasiones, los deportistas deben realizar sus entrenamientos entre desperdicios de basura, fundas plásticas e, incluso, animales muertos, lo cual dificulta el manejo de la embarcación y obstruye el paso.
Muchos de ellos ya se han acostumbrado a la apariencia y mal olor del estero (a pesar de las campañas que se han realizado para reducir la polución).
El contacto con esas aguas contaminadas puede llegar a causar infecciones de primer y segundo grado.
Sin embargo, quienes ya tienen mayor tiempo en el deporte, como Stephanie, aseguran que simplemente ya se han acostumbrado. (F)
