El principal negocio de los habitantes es la comercialización de carne
El Camal, el barrio de los famosos ‘palanqueros’
Por Diego Andrade
El camal o matadero municipal de Guayaquil es uno de los principales lugares para vender, comprar o distribuir las vísceras, patas, lengua y demás órganos del ganado vacuno y porcino. Aquí se distribuye la carne a tercenas y mercados.
Pero no solamente los mercados y personas en general se benefician del expendio y consumo de estas carnes, los llamados ‘palanqueros’, vendedores ambulantes que con un palo de madera llevan reses en sus hombros, también lo hacen.
Es el caso de Manuel, un vendedor ambulante de 66 años que se dedica a este oficio desde hace 34, gracias a un amigo que le propuso unirse a esta labor. Vive solo y madruga todos los días a las 6:30. A esa hora sale desde su domicilio en Aguirre y Rumichaca hacia el camal municipal. Asegura no tener horario fijo ni de entrada, ni de salida. Además dice que la comercialización del producto se realiza dentro del establecimiento para luego ser vendida en las calles.
Sus ganancias varían entre los 10 a 15 dólares.
Cargar en sus hombros un palo con carnes guindadas, horas tras horas, genera malestar. El mayor problema que padece, dice, es el dolor de rodillas. Pero como siempre acude al médico no ha tenido mayores complicaciones.
Zoila Borbor, de 59 años, afirma que el camal es una fuente de trabajo para muchas personas, sobre todo para los habitantes cercanos al lugar. No le molesta la bulla que causan los animales o vendedores en sus horas de faena, lo que en realidad le desagrada son las fiestas que sus vecinos realizan porque no le permiten conciliar el sueño.
El matadero municipal tiene abiertas sus puertas desde las 5:00 hasta las 13:30. Con el pasar del tiempo y la modernización, el camal ha realizado cambios sustanciales y tecnológicos para sacrificar a los animales. (I)
La sazón de la comida criolla está en sus calles
El barrio posee varios negocios que ofertan comida tradicional o criolla. Pero según los moradores del sector, aquí se come la mejor carne por la cercanía al matadero municipal.
María Merchán asegura que la comida criolla nace porque ellos utilizan no solo la carne de buena calidad sino también las partes de la res que no son muy utilizadas. “Las patas, el hígado, los riñones, la lengua y las vísceras son parte de la tradición de la cocina”, señala. (I)