El calor irrita a los usuarios de Metrovía
Las personas que usan dos de las tres rutas de la Metrovía, desde los primeros días de enero (invierno), se quejan del exceso de calor y humedad que se percibe en el interior de los articulados municipales.
Para los usuarios, la alta temperatura, que ha llegado hasta 40 grados en lo que va del año, se siente más en las flotas de las troncales Metroquil y Metrobastión.
Esto se debe a que las unidades más antiguas (las dos troncales citadas) poseen cuatro ventiladores que no refrescan dentro de los articulados, donde van 160 pasajeros (solo 37 sentados). La contaminación con ruido es otra molestia.
En otras ocasiones, los artefactos van apagados en los momentos más calurosos.
Mientras que en las unidades más modernas, que funcionan en Metroexpress, adicional a estas ventiladas, existen dispositivos que retiran el aire caliente del área de los usuarios.
En época de lluvias, los pasajeros cierran todas las ventanas para evitar mojarse, lo que provoca que aumente la temperatura dentro de los vehículos.
Alcalde argumenta, desde 2006, que los acondicionadores ocasionarían gripes
a los viajeros.Para el usuario Jimmy Orrala, que regularmente viaja de Mapasingue al centro, usar el transporte municipal, en invierno, resulta insoportable. La abundante transpiración se vuelve más evidente en los pasajeros, cuya mayoría va de pie y aglomerada en las ‘horas pico’. “Terminamos en baño María por el calor y la humedad”, se queja.
El principal requerimiento de los pasajeros es la implementación de sistemas de aire acondicionado.
Sin embargo, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, desde la inauguración de la Metrovía (en 2006), justificó la inexistencia de acondicionadores porque se incrementarían los casos de gripe en el interior de los buses.
Ocho años atrás argumentó que se hizo un estudio técnico sobre la alternativa, en el que se concluyó que los desniveles climáticos de la ciudad afectarían a los pasajeros. Esto porque se pasaría bruscamente del clima frío al caliente.
La misma teoría la reiteró en 2012. El Burgomaestre, ante las quejas por los hacinamientos de pasajeros en los carros, explicó que el usuario sale del frío al calor varias veces y padecería afecciones gripales. “Y luego vuelven a ingresar al bus y contagian (a los demás pasajeros)”.
En ciudades calientes como esta, continuó, el aire acondicionado tiene que ser optativo: “Y se lo digo después de haber visto casos similares en Brasil”.
Algunos médicos difieren de que el aire acondicionado es un elemento determinante en el contagio de gripes. La doctora Jenny Zambrano observó que si ese fuera el caso, hospitales ni dispensarios utilizarían los climatizadores. “A una temperatura adecuada, los dispositivos ayudan a erradicar los gérmenes”.
En el caso de la Metrovía, las aglomeraciones y la humedad son los factores que más inciden en la presencia de anomalías respiratorias. “Las altas temperaturas ayudan a la proliferación de virus”.
Mientras que, el neumólogo Andrés Echazarreta consideró que existen ciertas condiciones para que se cumpla lo expresado por el Cabildo. Cuando la temperatura ambiente es más fría a la del cuerpo, se generan condiciones que incrementan la flema y las bacterias. Para evitar esta situación, sugirió, se requiere implementar “una temperatura fresca de entre 20° y 25° y no una fría de menos de 18°C”.
DATOS
La crítica frecuente a este servicio municipal es que de 06:00-08:00, de 12:00-13:00 y de 18:00-19:00 los articulados pasan repletos y al límite de su capacidad.
En diciembre de 2012, la Fundación Metrovía publicó una encuesta en la que el 20% calificó el servicio como malo y regular, el 11% de muy bueno y excelente, y el 69% de bueno.
Una evaluación de Mi Cometa, a 278 usuarios, determinó que el 58% califica entre regular y malo el servicio de la Metrovía, el 15% dijo que era bueno y el 27% evaluó el sistema entre muy bueno y excelente.
El año pasado, la Fundación Metrovía anunció que sancionará a operadores que lleven exceso de pasajeros.