La Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) revisó y matriculó aproximadamente 4 mil buses de transporte urbano en 2013, mientras que la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) solo 8 desde que asumió la competencia este año.

Es decir, apenas el 0,2% de estos vehículos ha optado por el servicio que da el Cabildo a través de la empresa SGS.

Las unidades deben pasar dos chequeos anuales para que se les otorgue el permiso de circulación, explicó Karen Solórzano, directora de Transporte Público de la CTE.

Según cifras de la entidad, 4.009 buses circulan por la ciudad. Solórzano indicó que en los cronogramas desarrollados a inicios de año se dio prioridad a los expresos escolares “porque estos debían cumplir los requisitos antes  de que comiencen las clases”. Mientras que los automotores de las cooperativas de transporte fueron llevados de acuerdo a los turnos asignados por la CTE. Los choferes que no asistieron en la fecha señalada debieron esperar al final del cronograma.

La poca asistencia de los buses a la revisión que desarrolla la empresa SGS es una situación que no pasa desapercibida en las instalaciones de la ATM, ubicada en la avenida 25 de Julio y la vía a Daule.

Los directivos de las cooperativas de transporte consultados admiten que todavía tienen dificultades  para mantener sus unidades en óptimas condiciones.

Por regla general, comentó Carmen Manrique de la cooperativa Cristal, los propietarios de los vehículos los revisan cada 15 días “pero no todos tienen los recursos para corregir las fallas”.

Las piezas con mayor desgaste -y tienen prioridad en el mantenimiento- son las del sistema de frenos “debido a que los pasajeros solicitan paradas a corta distancia”.

 Mientras que el mantenimiento general del automotor que se realiza trimestralmente cuesta entre $ 170 y $ 220 por cada uno, aseguró Rosendo Santos, de la cooperativa Albosau.

Agregó que el estado de la carrocería interna (asientos, ventanas, pasamanos) y externa es lo más difícil de mantener, porque los usuarios no cuidan, los rayan y los rompen.

Desde el 1 de agosto hasta inicios de este mes solo 8 buses han acudido a la revisión técnica de la SGS.  Las unidades que fueron desaprobadas  no contaban con numeraciones en la carrocería, tenían colores inadecuados o estaban despintadas.

Robert Hemmerde, gerente de la SGS, explicó que los vehículos que han acudido no son los destartalados. “Un bus luce mal no por haber cumplido 20 años de vida útil, sino por la falta de mantenimiento”.

Andrés Roche, gerente de la ATM, advirtió públicamente que no completar el trámite a tiempo expone a los propietarios de los automotores a una multa en el momento que son matriculados.

Por su parte, Michel Doumet, director ejecutivo de la CTE, indicó que las cooperativas solo pueden matricularse en la ciudad que les corresponde y “no pueden realizar el proceso en otro cantón”.

Además, la entidad controla los buses de servicio urbano que circulan en mal estado por la ciudad. Hasta este mes fueron suspendidas 250 unidades. Este diario intentó contactar a las autoridades de la ATM para conocer las cifras actuales de la revisión y matriculación vehicular, pero se comunicó que nadie podía dar la información porque las personas autorizadas se encontraban en una reunión en el Cabildo.