El 96,8% de pacientes de hepatitis sufre del tipo A en la provincia
El Ministerio de Salud Pública (MSP) realizó un estudio en el que se detectó 252 infectados y 390 sospechosos de hepatitis A, B y C en la provincia del Guayas, durante los primeros seis meses de 2011.
La hepatitis es una enfermedad que afecta al hígado y que se divide en tres tipos, dependiendo del virus.
La hepatitis A, según el doctor Wilson Bermeo, director del centro de salud 9 de Guayaquil, es la más común e inofensiva de todas y consiste en una infección leve del hígado que causa fiebre, dolor de estómago e ictericia (color amarillo en ojos y piel).
De acuerdo con las estadísticas del MSP, el 96,8% de pacientes con la enfermedad tiene la de tipo A.
Para el especialista, el virus es adquirido por las personas al ingerir alimentos o bebidas contaminados y que contienen partículas de heces fecales.
En el caso de los pacientes contagiados de hepatitis B o C, el padecimiento es causado por el virus (VHB) y (VHC), que ataca el hígado y lo lesiona.
Se transmite de una persona infectada a otra a través de las relaciones sexuales sin protección, transfusiones de sangre no segura, el uso o el contacto accidental con instrumentos médicos, odontológicos, de tatuaje y de perforación de la piel contaminados, de la madre al recién nacido durante el parto y por contacto con secreciones infectadas de lesiones de la piel.
Algunos indicadores del Ministerio de Salud muestran que la tasa total de prevalencia de la hepatitis B y C es de 32,6%, lo cual es lo más elevado de lo reportado por el Foro Mundial de la Salud.
En los trabajadores petroleros fue de 30,2%, de los cuales 11,3% resultaron crónicos; en los adolescentes es de 29,6%, con un 5,9% de crónicos; en los trabajadores de la salud la cifra llegó a 46%, con 9,5% de crónicos.
“La hepatitis B y C siempre se queda en el hígado y lo daña casi por completo; aunque el paciente se cure, el órgano nunca se regenera y se mantiene delicado por el resto de la vida”, explicó Bermeo.
Según el doctor Guillermo Roseno, todos los tipos de hepatitis afectan al enfermo para toda la vida.
“El paciente, aunque sea de hepatitis A, debe cuidarse siempre, no puede ingerir muchas cantidades de alcohol y debe tener una alimentación relativamente sana”, afirmó.
María Fernanda Espinoza, quien padeció de hepatitis A hace dos años, confesó que su vida no volvió a ser la misma después de su enfermedad. “Cada vez y cuando tengo un dolor en el abdomen que me recuerda que alguna vez tuve hepatitis; estos malestares por lo general me dan cuando me excedo comiendo grasas o tomando bebidas alcohólicas”, explicó.
Rafael Guerrero, quien actualmente padece la enfermedad tipo A, confesó que su caso corresponde a una molestia que ha debido tratarse de forma ambulatoria, por lo que no fue necesario internarse en un hospital; sin embargo debe cuidarse y guardar reposo por las siguientes dos semanas. “No me duele nada, es una dolencia general que no permite que realice mis actividades”.
Con motivo del Día Mundial contra la Hepatitis, celebrado el 28 de julio, el Ministerio de Salud Pública ha integrado medidas sanitarias, tratamiento farmacológico y una campaña para la prevención.
La vacuna contra la hepatitis es considerada por la Organización Mundial de la Salud como una de las más efectivas, ya que previene una de las causas más comunes de cáncer de hígado.
Hasta ahora, entre finales del 2010 y 2011, se han aplicado 5.407 dosis de vacunas a trabajadores de la salud, 6.269 a trabajadoras sexuales y 4.627 a estudiantes de salud.
Según el doctor Wilson Bermeo, a los niños menores de doce años, los médicos de los centros de salud han inyectado aproximadamente 9.000 vacunas en las escuelas.
Se estima que para finales de año el MSP cumpla la meta propuesta de cubrir con vacunas al 95% de la población nacional.