La cirugía de tumores cerebrales, mediante el uso de bisturí de rayos Gamma (Gamma Knife), permitirá reducir riesgos en estas intervenciones en las salas del hospital Alcívar en Guayaquil. La nueva técnica, como lo han reconocido especialistas de varios países, coloca a Ecuador como pionero en Latinoamérica.

El manejo del equipo y su aplicación en cirugías fueron parte de los temas de la IX Jornada de Neurocirugía que se desarrolla en el nosocomio y concluye hoy.

Roberto Santos Ditto, jefe del Servicio de Neurocirugía del hospital Alcívar, informó que la implementación de los nuevos recursos técnicos del área, incluyendo el espacio físico requerido, costó alrededor de 2 millones de dólares.

“Lo más significativo de la inversión es que, gracias a los convenios con el Estado, gente de escasos recursos también podrá acceder a este servicio”, afirmó Santos. El equipo adquirido es de tecnología alemana.

Desde esta semana se capacitó a personal de la unidad de salud para el manejo del nuevo servicio y desde la segunda quincena de octubre se instruirá en el manejo clínico de los pacientes intervenidos.

“Esperamos tener la unidad completamente operativa en octubre”, manifestó Santos.

El Gamma Knife se utiliza únicamente en el tratamiento de pacientes con trastornos cerebrales.

“No es un cuchillo, sino un instrumento que emite haces de rayos Gamma que se dirigen a un punto específico”, explicó Patricio Tagle, jefe del Departamento de Neurocirugía de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Estos rayos convergen simultáneamente en la localización exacta del trastorno cerebral que se está tratando, “y causa un mínimo  efecto al tejido normal que lo rodea, y sin los riesgos de una cirugía o de una incisión”, indicó Tagle.
La cirugía con el Gamma Knife “asegura la comodidad del paciente y puede ser utilizada para tratar lesiones que antes eran inaccesibles, o que se trataban sin éxito con la cirugía convencional, quimioterapia y radiaciones”.

Dentro del proceso para quienes accedan al servicio, se contempla, primeramente, la colocación de un marco estereotáctico que, junto a una tomografía computarizada o una resonancia magnética, servirá para localizar la lesión.
“El paciente descansa mientras se efectúa el plan de tratamiento para el cual se utiliza un programa avanzado para planear la dosificación de rayos Gamma”, indicó Remberto Burgos, neurocirujano de Colombia.

Después se coloca al paciente en una mesa especial que lo mueve y coloca la cabeza en la posición adecuada dentro del Gamma Knife para empezar el tratamiento.

“Ya que el Gamma Knife es de mínima invasión, los pacientes casi no padecen de malestar durante el tratamiento”, aseguró Burgos.

Los resultados de la radiocirugía podrán notarse después de unos días, semanas o meses, dependiendo del tipo de lesión que se haya tratado. La mayoría de las dolencias desaparecen o disminuyen gradualmente.

Incidencia de tumores

Según cifras del hospital Alcívar, los tumores cerebrales afectan hasta el 20% de pacientes que buscan atención en el nosocomio.

“Las causas pueden ser múltiples y pueden incluir desorden en alimentación y manejo del estrés”, aseguró Roberto Martínez, médico del hospital de Tampa en Florida.

La rapidez de su crecimiento y si se logra una cura mediante tratamiento determinan si el  tumor es benigno o maligno.

A diferencia de los tumores en otros tejidos, la distinción entre manifestaciones benignas y malignas “es un poco más difícil de diagnosticar”, dijo Martínez.

Por ejemplo, algunas lesiones benignas pueden infiltrar regiones enteras del cerebro con un comportamiento clínico considerado maligno.