“Ecapag queda para cosas básicas por despachar”
Hace 25 días, el Municipio de Guayaquil aprobó crear la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil. La entidad es parte de las competencias establecidas en el Art. 57 del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (Cootad) y que asume el Cabildo.
La empresa municipal será responsable de que se cumpla el contrato de concesión suscrito el 11 de abril de 2001 (por 30 años) con International Water Services (Guayaquil) Interagua C. Ltda.
Aún están por definirse las nuevas autoridades de la organización, pero una de las interrogantes de los abonados es ¿qué pasará con la Empresa Cantonal de Agua Potable y Alcantarillado (Ecapag)? Al respecto, Andrés Mendoza, presidente del directorio, aclara la situación en la que quedará el ente y analiza la gestión.
¿Qué función tendrá Ecapag?
La ley de creación de Ecapag es de 1994 y en esa época había otra Constitución (de 1979). Pero a partir de 2008 se aprobó el Cootad que, por ser Ley Orgánica, está por encima del resto. Con el mandato constitucional, el Cootad y la Ley de Empresas Públicas, las compañías de servicio de agua potable y alcantarillado deben ser municipales y públicas.
Los dineros que antes ingresaban directamente en Ecapag, para diferentes servicios, ahora irán al Municipio. Ecapag va a quedar mientras no se derogue la ley. Habrá un procurador judicial, para los casos que tenga pendiente de juicios, coactivas y cosas por el estilo.
¿No se repetirán las funciones entre la nueva empresa municipal y Ecapag?
Ecapag tendrá un procurador judicial, es decir, su función será contestar y poner cobranzas de coactiva. El personal de la empresa, alrededor de 90, pasará a la nueva entidad. Se nombrará un directorio, según la Ley de Empresas Públicas, ya no de acuerdo con la Ley de Ecapag, que ya está desactualizada. Pero todos los bienes son del Municipio: la Planta La Toma, las oficinas de Ecapag en el edificio Las Cámaras, los vehículos, entre otros.
En su caso, ¿ya no estará?
Habría que ver si tengo la voluntad de seguir y si el Municipio de Guayaquil tiene la voluntad de nombrarme...
¿Cómo se dará la transición de la empresa?
Creo que el Cabildo la próxima semana designará a sus delegados. De acuerdo con la Ley de Empresas Públicas, el Municipio nombrará a los cinco miembros del nuevo directorio y, según la ordenanza, serán: uno de la Dirección de Obras Públicas, uno de las de Medio Ambiente, uno de la de Urbanismo, el delegado del alcalde y del Concejo Cantonal. Una vez que esté formado el directorio se nombrará al gerente, al asesor jurídico y se hará toda la organización de la empresa. Sin embargo, no habrá ningún cambio: ni en el personal, ni en las inversiones, ni en el ritmo, ni en el monto, ni en la calidad de las inversiones...
¿Por qué duró poco la Ecapag?
No es breve su existencia (funciona desde 1994 hasta ahora). Antes hubo una que se llamaba Epag, que duró dos años, y luego hubo la Emap. Pero la Ecapag no desaparece, queda para las cosas básicas que tenga que despachar.
¿En este tiempo ha cumplido con todos sus objetivos Ecapag?
En lo que tiene que ver con la época de la concesión, como regulador y desde la competencia municipal, hemos cumplido más de lo que se habría pensado. Y eso es gracias al empuje del alcalde y a que se ha podido tener el financiamiento y control encima de Interagua para que ejecute las obras. Hemos completado el alcantarillado de los sectores del Guasmo, Bastión Popular, Los Vergeles y otras cooperativas del norte. Esas obras son adelantos de varios quinquenios según el contrato de concesión.
¿Queda la ciudad con buena calidad de agua potable y de los servicios de saneamiento?
No diría queda, está con una buena calidad; no hay otra igual en el país con los controles de calidad que se ejercen en Guayaquil y los contramuestreos. No se puede decir que Ecapag deja eso, la empresa tenía la delegación del Municipio (con la competencia desde fines de 2007) de llevar adelante el servicio.
¿Interagua ha cumplido todos los plazos en la realización de sus obras?
Todo ejecutado se ha hecho con plazos y lo que no, ha sido sancionado con multa. Inclusive, en un caso, por incumplir con la meta del primer quinquenio, pusimos 5 millones de dólares de multa por no alcanzar las conexiones (expansión).
¿Por qué es tan larga la concesión del agua potable que se ha dado a Interagua?
Esta es una concesión integral, en la que hay inversión por parte del concesionario. Se firmó de esa manera para que pueda ser sustentable un plan a ese plazo. Teníamos entre 30 y 40 años de descuido, y no había cómo realizar un proceso de concesión con un concesionario inversionista de otra manera.
Si hubiéramos contratado a un administrador u operador para que solo haga el trabajo, no se compromete a mantener ciertos índices de calidad. En este caso, aquí hay una inversión de la que el concesionario, como empresa privada, tiene su aspiración de tener una razonable utilidad, que como regulador nos encargamos de que no sea perjudicial para la ciudadanía.
¿Por qué no se ha reducido el índice de agua no contabilizada (fugas)?
Sí se ha reducido del 84% al 59%. Como meta de este tercer quinquenio, que inició el año pasado, en el año 2016 tiene que disminuir a un 42%, por exigencia nuestra, del regulador, a Interagua. Los índices internacionales son del 40% al 45%.
En una de las exposiciones sobre el agua se mencionó que para mejorar la calidad se necesita una represa. ¿Eso es cierto?
La captación tiene que ver con la Cuenca del Río Daule, que no solo corresponde a Guayaquil ni al Guayas... Eso antes lo manejaba la Cedegé, que ya desapareció. El Estado debe cuidar la calidad de las aguas del embalse Daule-Peripa y luego de los desechos que arrojan los agricultores, empresas, agroindustrias que están en la Cuenca del Daule. Nosotros no vemos que haya un problema del agua en la potabilización.
¿Y los casos en los que se presentó la turbiedad del agua potable en la ciudad en este año?
Eso fue por el invierno. (Interagua) no previó (el problema), ni utilizó los químicos necesarios, por eso se la multó.