Dos paseos shopping para las mascotas en la urbe
Chéster es un hermoso gato persa himalayo de 3 meses que el miércoles pasado recibió su primera dosis de la vacuna triple felina. Su dueña, Mayra Cabrera, optó por llevarlo hasta el kilómetro 5 de la vía a Daule donde se encuentra el centro comercial Platón Franco.
En este sitio se congregan desde hace dos décadas 15 negocios de servicios veterinarios y de venta de medicamentos, alimentos y accesorios para mascotas.
Todos dan atención y asesoría en lo que se refiere al cuidado de distintas variedades de animales domésticos. A unos cuantos kilómetros del lugar, en las inmediaciones del parque Chile, al sur de la ciudad, también hay más de una veintena de establecimientos dedicados al cuidado de ciertas especies animales. Los propietarios de ambos “malls” no tienen relación familiar ni laboral y tampoco se han organizado como asociación.
Lo cierto es que estos espacios son verdaderos paseos shoppings para perros, gatos, caballos, loros, pericos, conejos, cerdos y aves de corral. Los costos de su asistencia y de los medicamentos son entre un 30 ó 40% más baratos de lo que cobra un médico veterinario en un consultorio privado.
Ronald Contreras, médico de uno de los locales de la vía a Daule, afirmó que el hecho de ser vendedores directos de fármacos y demás implementos hace que los precios de venta al público y servicios sean asequibles para los de dueños de canes, felinos, pájaros y otros. “Nosotros cobramos $ 5 por consulta, mientras que en sitios particulares se paga de $20 a $30”.
Recordó que este complejo comercial empezó siendo solo para pollos, pero cambió hace 5 años. Con eso concuerda Fabián Leyton, cuya familia es propietaria de 5 locales iguales a los de Contreras y que además es el único que vende todo lo necesario para la cría de caballos.
Bloques de alfalfa, monturas, cepillos, peines y asesoría médica ofrece el también ingeniero agropecuario. “La compra y cuidado de equinos es una tendencia creciente en las personas que tienen recursos. Prefieren a estos cuadrúpedos en lugar de perros o gatos”, puntualiza.
Leyton coincide en que sus costos y los de sus colegas son más bajos que en un consultorio particular. Al otro extremo de la ciudad se encuentra Ana Vidal de Calderón. Ella es la heredera de un establecimiento que inició su madre, Mery Balladares, conocida en la zona como “La Doctorita”, hace más de dos décadas.
Explica que en su negocio no se cobra la consulta, sino los medicamentos. Tanto en el centro comercial Platón Franco como en los alrededores del parque Chile, los precios de los servicios para canes (principales clientes) van de acuerdo con su tamaño. Así entonces el tratamiento que incluye: corte de cabello, de uñas, limpieza de oídos, drenaje de glándulas anales, bañado y secado cuesta entre $8 y $12.
El negocio como tal no es malo, coinciden Contreras, Leyton y Vidal, pero prefieren no hacer cálculos respecto a porcentajes de ventas o ingresos. Resaltan que dada la humanización de las personas hacia sus mascotas siempre habrá a quien atender o medicar. “Como en todo local comercial, es en las fiestas de Fin de Año cuando tenemos más movimiento”, enfatizó Contreras.
Dolencias y sus tratamientos
Los perros y gatos, -los más cercanos al hombre-, son propensos a varias enfermedades. Los canes deben ser vacunados al primer mes de vida con una dosis conocida como la séxtuple que los protege del moquillo (enfermedad respiratoria), parvovirus (mal del sistema digestivo) y hepatitis (dolencia hepática). Su costo, según Ana de Calderón es $5,50.
De ahí cada 21 días se le debe inyectar la misma sustancia por 3 ocasiones consecutivas. Al año de vida y hasta los 6 se les coloca la antirrábica y la séxtuple, anualmente. Después del octavo año se le pone cada seis meses la séxtuple y una vez al año la que lo protege contra la hidrofobia.
A los gatos se los debe inmunizar en sus primeros 3 meses contra la rinotraqueitis (malestar respiratorio), calisivirus (afección en ojos, oídos y que les produce falta de apetito) y panleucopenia (afecta a las defensas y produce fiebre, vómito y diarrea sanguinolenta).