Dos barrios de Guayaquil sin calles ni alcantarillado

El agua, como un riachuelo, baja por el camino principal de la cooperativa Horizontes del Guerrero, en el noroeste de Guayaquil.

Una parte del líquido, de coloración oscura, queda empozada en la vía pública.  

Wílmer Aguilar, residente del sector desde hace 15 años, saca un celular y muestra un video en el cual el vecindario parece una cascada cuando llueve.         

Los problemas se generan debido a que allí carecen de alcantarillado y de vías pavimentadas.     

“La gente tiene que botar el agua sucia a la calle”, explica Aguilar.

Por ese motivo hay charcos por doquier, a pesar de que no se han registrado precipitaciones en los últimos días.

La vecina Laura Carrillo cuenta que hasta el momento desconocen cuándo el Municipio de Guayaquil ejecutará las obras que requieren sus habitantes. “No han venido por acá las autoridades últimamente”, recuerda.

Su bebé presenta ronchas en diversas partes del cuerpo por la proliferación de mosquitos. “En la noche hay muchos”.

Precisamente, una zanja abierta que contiene agua sucia se ha convertido en el principal criadero del insecto.
Además, en el fondo de la cuneta se observan llantas viejas, recipientes plásticos, fundas,  entre otros tipos de desperdicios.

Susana Rodríguez, habitante del lugar, expresa que los automotores livianos no pueden circular en el área. “Únicamente pueden los vehículos altos y las tricimotos”.

En el mismo sector está la cooperativa Los Paracaidistas.

Las necesidades de servicios básicos son similares.

Incluso, para transitar han construido puentes de caña y madera que pasan sobre la zanja.

“Necesitamos la construcción de calles y alcantarillado”, exhorta María León.

Los carros recolectores de basura  no pueden llegar al sector por el camino irregular. También requieren de iluminación y eliminación de la maleza.  (I)