El belén del hijo de Dios, Jesús, reunió a miles de creyentes en tres procesiones: dos en Guayaquil y otra en el cantón de Durán.    

La primera caminata, auspiciada por la Arquidiócesis de Guayaquil, se realizó desde la iglesia San Alejo, ubicada en las calles Luzárraga y Eloy Alfaro, hasta los terrenos donde se construirá el nuevo santuario del Divino Niño, en Mucho Lote II -km 11 de la autopista Narcisa de Jesús Terminal Terrestre-Pascuales-; la segunda partió de la Iglesia  San José y terminó en el Santuario Hermano Gregorio; y la tercera romería se efectuó desde la Av. Nicolás Lapentti, en la bajada del puente de la Unidad Nacional, hasta el Santuario del Divino Niño, en Durán.    

Las puertas de la iglesia San Alejo estuvieron abiertas desde las 08:30 recibiendo a los fieles que durante una hora y media se concentraron en el templo para luego emprender “la procesión Navideña de fe y esperanza” que estuvo presidida por el obispo auxiliar de Guayaquil, monseñor Guido Iván Minda Chalá, junto al párroco  Daniel Magallanes.

Isabel Guerrero, con la efigie del Divino Niño entre sus brazos, cuenta que año a año peregrina como un acto de agradecimiento a Dios y a su Hijo por todas las bondades que ha recibido. “Yo vivo en la Alborada, pero este año no hubo procesión en mi parroquia y me enteré que en San Alejo iban a hacer por primera vez una y decidí venir”, comenta.

Los devotos, en todas las procesiones, contaron con el resguardo de la Policía Nacional, la Cruz Roja y la coordinación de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) que hizo cierres parciales de las calles por donde se dirigían las procesiones.

Tras la caminata de la Arquidiócesis se encontraba la tradicional procesión de la iglesia San José, ubicada en Eloy Alfaro y Ayacucho. Esta peregrinación, que empezó en 1995, a cargo de los hermanos de la Orden Secular Franciscana hasta el 2002, recorría desde la Bahía hasta Durán, pero desde la prohibición de las procesiones en el puente de la Unidad Nacional, se realiza desde la Iglesia San José, hasta el santuario del Hermano Gregorio en Urdesa.

Cierto malestar se vivió en medio de las plegarias de los católicos cuando estas dos caminatas no llegaban a un acuerdo para tomar un solo rumbo ya que los fieles de la iglesia San Alejo querían despedir este año la procesión tradicional y desde el próximo año unirse a la conformada por la Arquidiócesis de Guayaquil.

Salud, empleo y seguridad eran las peticiones que más se repetían entre los asistentes de las romerías de los dos cantones.

A Durán acudieron personas de otras ciudades y la celebración se vivió con mayor fuerza, entre cánticos y rezos. La afluencia fue mayor. El obispo de la Diócesis de San Jacinto de Yaguachi oficializó la misa, al finalizar la procesión, en el santuario del Divino Niño.