Derrumbes y canales, una amenaza para las casas
Las ciudadelas asentadas en cerros y en zonas cercanas a canales de aguas lluvias, en el norte de la urbe, mantienen los efectos de la precipitación pluvial de 100 mm que se registró hace más de una semana y que perjudicó a varias zonas del cantón.
Paredes de casas con fisuras, caída de muros y viviendas destruidas son algunos de los efectos que aún se observan en Los Ceibos, Bellavista, Ciudad del Río (también conocida como Ciudadela del Maestro), Nueva Prosperina, entre otros.
El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, aseguró que en días anteriores el sistema de drenaje funcionó de manera eficiente una vez que un nivel “anormal” de la marea retomara su cauce natural, lo que permitió que se despejaran varios canales.
En lo que respecta al desfogue de las aguas lluvias, los moradores de los lugares afectados señalan entre los responsables al Municipio de Guayaquil y a Interagua.
En Nueva Prosperina, la falta del sistema de alcantarillado ocasionó que en varias peatonales se formaran zanjas.
La familia Chérrez Bazurto, que perdió su casa en la lluvia del pasado 2 de marzo, es una de las cuatro que sus viviendas fueron afectadas por la corriente de agua, de más de un metro de altura, que circuló por uno de los canales.
Mayra Pincay, habitante de Nueva Prosperina y vecina de las personas damnificadas, dedicó el último fin de semana a continuar la limpieza de sus enseres domésticos, algunos quedaron inservibles. “Esa zanja se abrió sola con cada invierno y ya que nadie mejoró, ni siquiera el pavimento, nos tocó adaptarnos y elevar los pisos, pero ni eso nos salvó”, dijo Pincay.
En otros sectores, como en la ciudadela Ciudad del Río, los habitantes no saben a quién acudir luego de que dos deslaves, provenientes desde la zona de cerro Colorado, causaran el cierre de un parque infantil y el taponamiento de un canal de 50 metros de largo.
Carlos Ceppa, administrador de la urbanización, explicó que no es la primera vez que pasan por esta situación y que, hasta el momento, ninguna autoridad ha solucionado el problema. Hace dos años, el muro de una de las viviendas cedió por la presión del agua, que circuló durante una lluvia, y cayó sobre el vehículo del propietario.
Ceppa afirmó que, tras el derrumbe del muro, personal del Cabildo acudió hasta el sitio para inspeccionar y se notificó que varias casas estaban construidas dentro de los límites del Bosque Protector Cerro Colorado. “Se nos dijo que las viviendas estaban en riesgo y que quién había otorgado el permiso para construir en ese sitio y el Fondo de Cesantía -promotora de la urbanización- no nos ha dado una respuesta”, aseguró Ceppa.
También se solicitó el apoyo de las autoridades del Ministerio de Ambiente -ente responsable del bosque protector- para solucionar esta situación.
En Jardines de los Ceibos, ubicado dentro de la urbanización Las Cumbres, la fuerza de la corriente de agua provocada por la intensa lluvia de hace más de una semana, causó que las paredes de ocho casas de la manzana 818 resultaran afectadas con fisuras y, en uno de los casos, con el derrumbe de un muro.
Las viviendas están ubicadas al pie de un canal en donde el paso de troncos de árboles provocó que el alambre de los gaviones (contenedores de piedras retenidas con malla) se rompieran.
Katherine Ávila, administradora del conjunto residencial, manifestó que la situación removió parte de la tierra ubicada debajo de las casas y afectó la estabilidad de estos terrenos. “Desde el sábado, Interagua realiza la colocación de diques para disminuir la velocidad de la corriente de agua, en caso de un nuevo aguacero”, aseguró Ávila
La concesionaria, además, trabaja en la estabilización del fondo del canal mediante la colocación de material pétreo y escollera (muro de piedra).
Mientras que en la ciudadela Bellavista, en la parte más alta del cerro que da el nombre al sector, una de las paredes de una vivienda se cayó cerca del lugar donde la Universidad Católica realiza obras.
Mario Zambrano, morador del lugar, explicó que en dos ocasiones la entidad académica intentó estabilizar, sin éxito, el terreno arcilloso contiguo a la casa afectada.
En el sector, varias calles presentan un aspecto lodoso debido a que la lluvia arrastra, desde varios puntos del cerro, tierra y arcilla.
Según Zambrano, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo visitó el lugar pero hasta ayer desconocía alguna solución para otras casas de la zona.