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La autoridad aeroportuaria cerró una vía en buen estado que usaban los moradores porque la estaban dañando vehículos pesados, según la entidad

Daular, una comuna que aún no despega

Daular, una comuna que aún no despega
10 de mayo de 2015 - 00:00 - Redacción Guayaquil

Daular, comuna de Guayaquil, en las mañanas luce vacía. Las puertas y ventanas de pequeñas casas (de construcción mixta y de cemento) permanecen cerradas.  

Los pobladores de esa zona de Chongón, que es responsabilidad del Municipio de Guayaquil, a diario salen a las 05:00 para trabajar en haciendas o en la ciudad. Los jóvenes que no desean estudiar allí madrugan para llegar a los planteles a las 07:30.

Tienen que viajar más temprano. La movilidad en ese territorio rural, de caminos polvorientos y sinuosos, es complicada.

En la comuna, cerca de donde se construirá el promocionado aeropuerto intercontinental, no existe la transportación pública ni vías en buen estado.

La situación se agravó con la inundación de fines de marzo. El tramo que fue arrasado por el desbordamiento del río Daular permanece cerrado.

Gilda Martínez, una de las amas de casa del sector, desde que se averió la vía principal (hace más de un mes) no ha salido de la comuna. “Ahora hay que darse toda una vuelta”.

Los profesores deben salir de Guayaquil a las 04:30 para llegar a Daular a las 07:00.

Las 800 familias del lugar deben viajar 1 hora (si no llueve) para llegar recién al kilómetro 33 de la Vía a la Costa (el viaje antes era de 40 minutos).

A eso se suma la restricción para usar un camino en buen estado que pertenece a la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil (Fundación de la Municipalidad de Guayaquil).

La vecina María Yagual, nacida en el sector hace 65 años, cuenta que cuando usaban dicha ruta llegaban más rápido a la Vía a la Costa y viajaban cómodos. Obstáculos de cemento, colocados por la entidad, impiden el paso.

Cuando llueve les va peor a los residentes. Los dueños de las camionetas pequeñas (único medio de transporte) paralizan las actividades porque las llantas de las unidades se hunden en caminos fangosos y se atascan.

Los pocos que trabajan, por llevarlos en baldes, cobran $1 hasta la Vía a la Costa (con la calle en buen estado costaba $0,75) y $2 hasta Chongón.

Dichos servicios están disponibles hasta las 18:00. Después de esa hora tienen que pedir a personas con motos que los traslade.

Caminando por los caminos sin iluminación se pueden demorar hasta 2 horas. “¡Por favor, diga que reparen la vía rápido! La necesitamos”, exclama angustiada doña María, quien asegura que gastan más en alimentos porque la vía está dañada. “No llegamos a mercados de Guayaquil porque nos tardamos más”.

Por ejemplo, un botellón de agua que en la ciudad puede costar $1,25, en la comuna llega a $1,75. ¿Por qué compran agua en botella? Los comuneros, que tienen redes de agua en las viviendas, expresan que están insatisfechos con el servicio.

Los residentes reciben el líquido de una planta de tratamiento manejada por la comuna (a diferencia de la ciudad, que se abastece por medio de la concesionaria Interagua). “A veces tiene un olor raro y sabe mal”, manifiesta Manuel Ramírez, quien nació en la comuna. Otros señalan que cuando la usan para bañarse sienten picazón en la piel.   

Los habitantes dependen de las camionetas para movilizarse. Cuando llueve no pueden circular por el terreno fangoso.

Víctor Martínez, quien trabaja en la planta de tratamiento, explica que el problema puede que se deba a  las algas “que vienen del trasvase”.

La población de la futura zona del aeropuerto (que se prevé opere en 2024) carece de servicios de telefonía celular e internet.

El día de la inundación, recuerdan los residentes, intentaron llamar a las autoridades para ser auxiliados, pero no había señal. Los estudiantes tampoco pueden utilizar las nuevas tecnologías para hacer las tareas.

Y, por los problemas de vialidad, tampoco llegan los camiones recolectores de basura. “Quemamos la basura en los terrenos”, explica Digna Martínez.

Nicolás Romero, gerente de la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil, explica la causa del cierre de la vía (de aproximadamente 8 km).

El funcionario detalla que el camino que construyó la fundación fue cerrado porque fue hecho para soportar tráfico liviano, pero “la estaban usando camiones pesados de camaroneras. Iban a destrozar la inversión”, expresa.    

Para él, la vía que está siendo usada por los pobladores no está tan mala.  

Actualmente, según Romero, la entidad es la responsable del desarrollo del área que está alrededor del futuro aeropuerto.

Vecinos sienten que el agua potable es de mala calidad.

Por ese motivo, añade, hizo la planta de agua potable, cuyo producto “es hasta mejor que el de Guayaquil”.

“No sé quién se queja, debe haber hablado con algún enemigo. Yo voy todas las semanas. Ellos mismos cobran el agua. Yo he ayudado con un técnico que los asesora”, concluye Romero, quien dice que todos los meses hacen pruebas en laboratorios.

El funcionario adelanta que ya hay un plan, de 5 años, elaborado con el Municipio para ejecutar obras en la zona.

También indica que los pobladores serán capacitados para trabajar en la futura terminal y las compañías. (I)

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