La Garantía para su reparación está por vencer
Daños en el paseo de Bonaire causan alarma a vecinos
Los habitantes de la urbanización privada Bonaire, ubicada en la vía a Samborondón, están preocupados por los daños que presenta su área recreacional.
En un tramo de 100 metros (a lo largo del lugar) los desniveles son visibles. La cancha tiene hundimientos del enlucido, fisuras y desprendimiento de la barrera que sostiene una cerca metálica, que está al pie del río Babahoyo.
En la planta de tratamiento de aguas servidas, en cambio, la losa se tambalea porque la tierra fue removida.
Según el vecino Carlos Viteri, uno de los 300 residentes de la urbanización privada, la situación se ha producido “por efecto de la corriente de agua”.
La infraestructura completa de esa zona exclusiva de Guayas fue entregada en el año 2005, por la constructora Furoiani Obras y Proyectos (FOP).
El sitio está integrado de 42 viviendas y es habitado por igual número de familias. El valor de los inmuebles, en ese tiempo oscilaba entre los $ 100.000 y los $ 140.000.
En 2008, aseguró Walter Cedeño, residente de la zona, parte del piso de cemento que da a la ribera comenzó a romperse. En ese espacio está la zona recreativa.
Según registros fotográficos satelitales tomados del portal electrónico de Google Earth, Bonaire era en el año 2002 un terreno baldío.
Pero se observa que en el año 2003 ganó 10 metros (a lo ancho) al afluente.
Carlos Viteri, quien además es el presidente de la Asociación de Bonaire, recordó que han acudido hasta el Municipio de Samborondón para solucionar los problemas de la infraestructura.
En 2008, mediante oficio 151A-AS-MS-2008, el Cabildo solicitó a la constructora FOP la reparación de la zona afectada, conforme al artículo 1937 de la regla tercera de la Codificación del Código Civil.
El estatuto establece: “Si una estructura perece o amenaza ruina, en todo o parte, en los 10 años subsiguientes a su entrega se responsabiliza a la constructora”.
El plazo, acotó Viteri, está próximo a concluir “y tras eso, la FOP no tendría que responder por los daños”.
Hasta la tarde de ayer, al cierre de la edición, este medio de comunicación intentó comunicarse vía telefónica con representantes de la constructora FOP.
En una de las ocasiones, una ejecutiva que contestó la llamada derivó la solicitud periodística hacia el departamento legal. Sin embargo, en esa dependencia de la firma constructora nadie atendió.
