La venta de sangre adquiere otras modalidades y también se aspira a regular su costo, luego de  que la administración pase al Estado, según el Ministerio de Salud Pública (MSP).    

El incremento en los costos de los componentes sanguíneos  por parte de la Cruz Roja para el Ministerio de Salud (MSP), de acuerdo con la cartera de Estado,  es una de la causas para que se haya iniciado el proceso de traspaso del manejo de los bancos de sangre de esta Organización No Gubernamental (ONG) hacia esa cartera de Estado.

Hasta agosto de 2010, la Cruz Roja Ecuatoriana cobraba casi $30 por cada hemocomponente. A partir de esa fecha el costo subió a $42  y para enero de este año el monto que se pidió  pagar por cada componente sanguíneo aumentó $20 más. Es decir, el precio final es de $62.

“Estos incrementos se dan sabiendo que de un donante se obtienen tres componentes. Hablamos de un costo total de $186  por donante”, explicó el viceministro de Salud Pública, Nicolás Jara.

La solicitud del incremento, por parte de la Cruz Roja, de acuerdo con el viceministro,  obedece a los costos que implica el procesamiento, tratamiento y conservación de la sangre. El MSP considera que los valores son elevados e injustificables ante la Contraloría General del Estado, dijo Jara.

Ante esa  respuesta la Cruz Roja envió el 31 de mayo  una notificación al MSP en la que informa la decisión de dejar de  ser captadora, procesadora y proveedora de sangre.

La gerente del Hemocentro de la Cruz Roja, Mónica Pesántez, afirmó que el interés de traspasar los 29 bancos de sangre que están bajo la administración de esa ONG a manos del MSP nació de esa cartera de Estado. Esto se lo comunicó hace un año atrás.

Pesántez afirmó que de parte del MSP existe un retraso en un pago de $450 mil, correspondiente a la entrega de hemocomponentes. Por este motivo, autoridades de la entidad de socorro solicitaron el pago del monto pendiente. En respuesta, el MSP envió un comunicado en el que indica que se hará cargo de la gestión y operación de bancos de sangre. 

Sin embargo, Pesántez señaló  que la Cruz Roja mantiene una deuda de aproximadamente $1,5 millones, correspondiente al préstamo a seis años de $3 millones que recibió por parte del MSP para la construcción del Hemocentro en  el 2008 y que actualmente funciona al norte de Quito.

Pesántez afirmó que junto con el préstamos existe un convenio entre las dos entidades para que durante un año se entregue al MSP 16.638 hemocomponentes valorados en $30,05  cada uno; este precio quedaría fijo durante 6 años.
Las deudas que existen entre ambas partes, las analiza la comisión financiera conformada por el MSP para que estudie el caso y si es necesario, afirmó Jara, “se realizará un ajuste de cuentas”.

Con el traspaso que tiene que concretarse hasta fin de año, el MSP busca garantizar la calidad de la sangre; ampliar la cobertura geográfica; y lograr el acceso gratuito a los hemocomponentes.

Para esto se prevé la construcción de un hemocentro en Guayaquil y la implementación de 133 sitios de captación de sangre cuya inversión se incluye en el presupuesto global de alrededor de $50 millones  para trabajar en la red nacional de sangre los próximos 4 años.

Dentro de este sistema se incluirán los bancos de sangre, tanto del sector público como privado, para que haya una conexión que permita la entrega oportuna de los componentes sanguíneos.

Además, se analiza la creación de una entidad que garantice la eficiencia administrativa y financiera, así como  la entrega de los productos sanguíneos. Esta sería adscrita a la Organización Nacional de Trasplantes de Órganos y Tejidos (Ontot).

Johana Quirola, familiar de un paciente que días atrás necesitó tres pintas de sangre A- para someterse a una cirugía de tipo renal, expresó que es fundamental la gratuidad de la sangre para quien lo necesite, ya que no siempre los pacientes tienen el dinero necesario para cubrir este gasto. En su caso, debió pagar $75  en la Cruz Roja   por cada pinta de sangre, pero la reserva de estas le costó $21. “Tuve que reservar con el temor de perder la sangre que necesitaba porque solo me reservan por un día”, dijo. Entre familiares y amigos reunió los $225  que requería para obtener la sangre y realizar la intervención quirúrgica de su pariente.

Sin embargo expresó su duda ante la eficiencia del órgano rector en cuanto a la entrega oportuna del producto sanguíneo.

El proceso de gratuidad será casi inmediato, afirmó Jara. “La sangre es un bien público que no puede ser objeto de negocio”. 

El trabajo con los hospitales públicos consistiría en que el Estado financie el costo por el proceso de análisis y transfusión sanguínea que debe asumir el paciente. Jara aseguró que estos costos serán regularizados y estandarizados.

El primero de julio se tiene previsto que representantes de ambas organizaciones se reunan para definir los lineamientos en los que se realizará el traspaso y recibir la lista y hojas de vida de alrededor de 200 personas que trabajan en la Cruz Roja a nivel nacional.

Carlos Albán, donante voluntario, señaló que el proceso de traspaso no debe afectar al manejo y calidad de la sangre y debe constituirse en una herramienta que permita captar más donaciones, ya que el país tiene un déficit de 150 mil donantes.