Colegial muere en piscina del Vicente Rocafuerte
La noticia de la muerte de un alumno de primero de bachillerato en las instalaciones del Colegio Vicente Rocafuerte se divulgó con rapidez ayer entre los estudiantes y directivos del plantel.
El cuerpo de D.S.V., de 15 años de edad, de la especialidad informática, estuvo flotando sin vida en la piscina del plantel hasta pasadas las 10:00. No sabía nadar ni tenía marcas de haber recibido algún golpe.
Al menor de edad, quien el día anterior asistió con normalidad a clases, se lo halló vestido con una pantaloneta azul con rayas blancas a los lados y una camiseta blanca.
Según Felícita Vargas, madre del occiso, su hijo estuvo hasta la sexta hora de clases y luego fue a la piscina. La última vez que lo vio fue a las 06:00 de este jueves, cuando lo despertó para que desayunara y fuera al colegio.
Luego, ella tuvo que salir a Solca (Sociedad de Lucha Contra el Cáncer) porque Danny Fernando, mellizo de la víctima, tiene un tumor en su pierna izquierda.
La mamá contó que el estudiante del Vicente Rocafuerte estuvo triste porque se enteró de que al mellizo le van a amputar la extremidad afectada.
El fallecido, que estudiaba por las mañanas, lavaba carros para pagarse los gastos de los estudios y el traslado al establecimiento.
Según versiones de los compañeros del menor de edad, mientras ellos jugaban pelota en una cancha, él permaneció en la piscina; luego ya no lo vieron, por lo que cogieron su maleta y zapatos y los entregaron al inspector general.
La madre de la víctima descarta la hipótesis de que su hijo se suicidó. “Creo que se fue al fondo y ya no pudo salir. Él siempre escuchaba la Palabra de Dios y no creo que se haya quitado la vida”, dijo consternada.
Para los familiares del estudiante, hubo negligencia del colegio, puesto que no los llamaron inmediatamente cuando hallaron sus pertenencias.
Félix Robledo, profesor de deportes, explicó que para entrar a la alberca (que tiene 3 metros de profundidad, 25 de largo y 12 de ancho) los profesores piden autorización y los estudiantes entran únicamente con los maestros.
Sin embargo, la alberca está rodeada por una reja metálica de tamaño mediano, por la que es relativamente fácil el ingreso.
“Yo me acerqué a la piscina porque se escuchó que había un alumno desaparecido. En el agua se veía un bulto negro pequeño. Luego de que se metió un conserje se comprobó que era el cuerpo sin vida del adolescente”.
El día anterior al hallazgo de la muerte del estudiante, sus hermanos lo buscaron en la Dirección Nacional para el Niño y el Adolescente (Dinapen), en la Policía y en el colegio para saber su paradero. Para obtener respuestas su madre fue al colegio a las 06:00 de ayer. Allí Washington Ruiz, inspector, y Juan Bosco Cedeño, guardián , le contaron el hecho.
Ante esta desgracia, Juan Rodríguez, director Provincial de Educación, señaló que no puede hablar de sanciones porque tienen que esperar el informe de la Fiscalía y el de la rectora del plantel, Carmen López. Lo único que le indicaron es que los padres del alumno fueron en la noche al colegio y no lo encontraron.
Ayer dos buzos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) se metieron a la piscina para determinar la densidad del agua y la visibilidad. Por su parte el fiscal Jackson Lima indicó que la piscina tiene problemas de mantenimiento.