En Guayas, el simulacro de tsunami solo incluyó a Posorja y Playas, pero el verdadero ajetreo se vivió en Samborondón, en la sede del sistema de seguridad ECU-911, desde donde los funcionarios de Gestión de Riesgos, ministros e incluso el presidente Lenín Moreno y su vicepresidente, Otto Sonnenholzner, siguieron el evento.

A las 11:00 de ayer las alarmas del Sistema de Alerta Temprana (SAT) sonaron en 29 cantones con acceso al mar de las cinco provincias costeras, además de Galápagos.

Alexandra Ocles, directora general de Gestión de Riesgos y Emergencias, explicó que el objetivo de esta IV edición consecutiva de simulacro de tsunami buscaba medir la capacidad y tiempo de reacción y de evacuación, así como la respuesta de los organismos especializados.

En la provincia de Santa Elena intervinieron los tres cantones: La Libertad, Santa Elena y Salinas. Ahí, cuando las sirenas sonaron, la población evacuó con la guía de los comités locales hacia las zonas seguras, debidamente señalizadas, especialmente zonas altas alejadas del mar.

En Manabí participaron nueve cantones, además de la parroquia Crucita de Portoviejo, en este ejercicio de evacuación. Solo en esta provincia se presentó un caso real de emergencia y ocurrió en la parroquia Puerto Cayo, del cantón Jipijapa, donde una mujer embarazada debió ser llevada de emergencia al hospital debido a que presentó dolores de parto.

En el resto del país el evento se cumplió tal como había sido programado. “Creo que fue un evento exitoso”, insistió Alexandra Ocles.

Quien detalló que las 152 sirenas del SAT funcionaron a la perfección, así como las dos boyas de alerta: la una instalada en el mar de Esmeraldas y la otra en Manabí.

El simulacro, donde actuaron 53.703 ciudadanos, permitió incrementar las capacidades de los actores del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos, para mejorar el monitoreo y la respuesta ante tsunamis en la región costera e insular del país, a través de la participación ciudadana.

Ocles dijo que el tiempo que le tomó a la ciudadanía, prepararse para evacuar fue de entre cinco y siete minutos luego de la alarma. Similar tiempo tardaron para evacuar de manera segura hacia las zonas señaladas.

La idea de este evento, aclaró, en cambio, el vicepresidente Otto Sonnenholzner fue también mantener viva la memoria histórica vinculada con eventos peligrosos, como el tsunami del 31 de enero de 1906 que azotó las costas de Esmeraldas.

El maremoto se dio luego de un sismo de 8.8 grados (uno de los más fuertes registrados  en el mundo) con epicentro en el mar, frente a la frontera Ecuador – Colombia.

Por eso las sirenas del Sistema de Alerta Temprana (SAT) permiten, durante las 24 horas, los 365 días del año, monitorear y alertar en caso de tsunamis, e incluso de desbordamientos de ríos.

El monitoreo del SAT se complementa con las dos Boyas Tsunámicas adquiridas por el Gobierno Nacional, con una inversión de más de dos millones y medio de dólares.

Ayer, luego de la activación de las sirenas, las poblaciones de los cantones participantes en el simulacro evacuaron hacia las zonas seguras identificadas, mediante las señaléticas instaladas.

El ejercicio desarrolló algunos escenarios puntuales, como una base de operaciones en Atacames, la instalación de Comités de Operaciones de Emergencia (COE) en las seis provincias costeras, manteniendo a Quito como sede del Comité de Operaciones de Emergencia Nacional para la toma de decisiones.

Los cantones y porroquias que intervinieron son: Esmeraldas (Muisne, Esmeraldas, Rioverde, Eloy Alfaro, San Lorenzo y Atacames), Manabí (Jama, Manta, Pedernales, Parroquia Crucita del cantón Portoviejo, Puerto López, Jaramijó, Rocafuerte, Jipijapa, San Vicente y Sucre), Santa Elena (La Libertad, Santa Elena y Salinas), Guayas (Parroquia Posorja del cantón Guayaquil y Playas), Galápagos (Isabela, San Cristóbal y Santa Cruz) y El Oro (Arenillas, Santa Rosa, El Guabo, Huaquillas y Machala). (I)