Choferes irrespetan señales de tránsito y tarifas en la urbe
En la intersección de la Av. Quito y Sucre, centro de la urbe, el uso excesivo del claxon es una constante durante gran parte de la mañana.
En dicho tramo, uno de los más transitados en esta semana por la cercanía con la celebración de la Navidad, los autos particulares y buses públicos continuamente se cruzan la luz roja.
El resultado de esa práctica provoca congestionamiento desde las 09:00, pues debido al alto flujo en la avenida Quito muchos automotores se quedan bloqueando el paso a la metrovía en la avenida Sucre, que es de uso exclusivo de ese sistema.
Luis Hurtado, conductor que transita por ese sector que permite ir hacia el centro y el norte, manifiesta que el irrespeto de los conductores es otro de los factores que en estos días complican más la circulación.
“Es verdad que se ven más carros, pero si todos empiezan a pasarse la luz roja de nada sirve que pongan más vigilantes”.
Ese sector no es el único en donde se observa esa anormalidad. En la intersección de las calles Colón y Chile se repite la escena.
El problema en esta zona se da cuando los automotores que vienen por la primera vía mencionada, quieren girar hacia la izquierda, con dirección al sur. Pero como muchos de los automóviles se quedan a medio camino, porque no avanza rápido la larga fila, algunos empiezan a irrespetar el turno y se pasan el semáforo.
“Como los demás vehículos que vienen por la Colón no ceden el paso, entonces hay que ‘lanzarse’ con el carro, porque de lo contrario todos los que están atrás te pitan”, agrega Hurtado.
Uno de los agentes que está en la zona trata de solucionar el problema, pero como la cantidad de vehículos es mayor a la de días pasados, no puede evitarse el nudo que se forma.
En la mañana, según los vigilantes que se ubican allí, es un poco floja la circulación, pero a las 11:00 ya es más difícil el control.
Normalmente la hora pico, en la zona de la Bahía, va desde las 11:00 hasta las 19:00. “Baja a las 19:00 porque los locales cierran”, comenta uno de los agentes.
Sin embargo, algunos dueños de locales y comerciantes informales expresan que trabajarán hasta más tarde, debido a que estamos a pocos días de que empiece la festividad y, en consecuencia, hay más visitas al casco comercial.
“La costumbre de la gente es comprar a última hora. Por eso, este fin de semana trabajaré hasta las 20:00”, afirma Luis González, comerciante de medias que tiene un local en la Av. Olmedo.
En el mismo horario laborará Manuel Reinoso, comerciante de cinturones de la calle Chimborazo.
Reinoso estima que el comercio este año es mejor que el anterior. “Tenemos que aprovechar este mes, porque con estas ganancias sobrevivimos varios meses”.
Según la Ley de Tránsito vigente, comete una contravención grave de primera clase el conductor que desobedezca las órdenes de los agentes de tránsito, o que no respete las señales manuales de dichos agentes, o en general toda señalización colocada en las vías públicas, tales como: semáforos, discos pare, ceda el paso, cruce o preferencia de vías.
El artículo 142 de dicha norma señala que dichos contraventores serán sancionados con multas equivalentes al 30 por ciento de la remuneración básica unificada del trabajador en general y con la reducción de 6 puntos en su licencia de conducir.
Tarifas elevadas
Fernanda Ramírez se quejaba el viernes porque un taxi que tomó en el Centro Comercial San Marino, por una carrera desde dicho punto hasta el centro, le cobró $3,50.
Eso a pesar de que en los tarifarios que estos automotores tienen en el espaldar consta que por esa distancia se cobra 3 dólares.
Ella dice que no reclamó en ese instante porque estaba apurada, pero criticó que se aprovechasen de esa manera de los clientes.
“Cuando me dijeron la cantidad que tenía que cancelar solo pagué, pero me fui enojada”, protestó.
El mismo inconveniente tuvo Luis Armijos, a quien por una carrera desde el Malecón 2000 a Sauces 2 todos los taxistas que consultó le pidieron 4 dólares.
“Normalmente pago $3, pero ahora nadie quiere ir por menos, supuestamente debido al tránsito”.
Según la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), los usuarios deben exigir taxímetro a los autos de alquiler, pues así lo contempla la ley. No obstante, en varios recorridos se comprobó que los vehículos tienen el dispositivo, pero no lo usan.