Guayaquil-Machala-Cuenca-Santa Cruz.-

La temporada invernal trae consigo enfermedades que afectan el sistema respiratorio y la piel. La atención en los centros de salud va en aumento y se prevé que con la llegada del fenómeno de El Niño, la incidencia de casos sea mayor.

En el subcentro de salud del Cisne 2, ubicado en el suburbio de Guayaquil, el pediatra Luis Enrique Diez explica que las atenciones en el distrito se quintuplican. “Si se ve dos casos al día de enfermedades respiratorias, en esta época se atienden 10 casos diarios. En la piel es menor la proporción”.

Añade que la tendencia al inicio de cada etapa invernal es que en las consultas ambulatorias aumenten los casos de influenza en niños menores de 5 años. Manifiesta que la mejor forma de prevención es a través de la vacuna contra la enfermedad. Cada año el Ministerio de Salud Pública (MSP) realiza campañas de vacunación para los pacientes con factores de riesgo como niños, adultos con enfermedades catastróficas y adultos mayores.

De esa inmunización desconocía Martha Gallo, quien relató que su hijo tiene malestar de gripe y tos desde el miércoles pasado. El menor fue llevado ayer al subcentro de salud más cercano por la fiebre presentada en los últimos días.

El médico Diez advierte que la gripe es una enfermedad viral, pasajera, que solo necesita de ciertos cuidados cuando la persona está bien nutricionalmente.

También manifiesta que el fenómeno de El Niño tendrá una incidencia en las afectaciones invernales ya que al llover más, hay mayor humedad, más acumulación de agua y con ello llegan las enfermedades transmitidas por mosquitos. “Con toda seguridad vamos a tener aumento de casos de dengue y chikungunya. Hay que invitar a la gente a hacer prevención eliminando cualquier criadero”.

El coordinador de Docencia e Investigación del Hospital Abel Gilbert Pontón, William Muñoz, indica que hoy en día es complicado determinar por cuánto tiempo aparecerán las enfermedades a causa del clima. “Se esperaba al fenómeno de El Niño hace dos meses, ha llovido en estos días y ha habido un calor sofocante que agrava las enfermedades respiratorias y están presentes en personas con antecedentes alérgicos”.

Menciona que al estar acostumbrados a tener una humedad no mayor al 40% y de repente llega hasta el 70%, esto hace que nuestra forma de defensa disminuya y puedan aparecer enfermedades respiratorias.

El exceso de humedad también produce enfermedades en la piel, como lesiones micóticas y bacterianas que a largo plazo pueden ser dérmicas infecciosas.

El emergenciólogo Muñoz agrega que el número de dolencias respiratorias y problemas dérmicos ha incrementado dos o tres veces de lo que normalmente ocurre. “Recién estamos iniciando el proceso, por lo que habría que esperar cómo evoluciona el invierno unos días para ver cómo se manifiestan estas enfermedades en los sectores urbano, urbano-marginal y rural; en este último las afectaciones en la piel pueden ser mucho mayores”.

Entre las molestias más comunes en la población adulta se encuentran la gripe, el catarro y una influenza que puede tener repuntes por la variación climática y la baja defensa de las personas. “Estos síntomas pueden evolucionar y pasar a ser neumonía. Si se agrava porque las personas no van al médico, puede pasar a ser una bronquitis o neumonía infecciosa hasta el punto de hospitalizarse”.

Los pacientes de riesgo son los niños, ancianos, personas con los mismos antecedentes o con un grado de alergia o infección.

En cuanto a la piel, los daños más comunes son la dermatomicosis, producto de aquellas bacterias que naturalmente viven en la piel, pero que por el cambio de clima, exceso de humedad, bajo Ph de la piel hacen que proliferen las lesiones.

Entre los causantes de enfermedades dérmicas también están los ácaros, debido a que aumenta la humedad en los colchones y la ropa. Cuando eso ocurre, los seres microscópicos hacen lesiones en la piel, a manera de sarpullido.

El desbordamiento del río Birón, en Santa Rosa, arrastró una camioneta que quiso cruzar. Foto: Fabricio Cruz/El Telégrafo

Ciifen prevé un Niño fuerte

En su más reciente informe, el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno El Niño (Ciifen) indicó que las condiciones oceanográficas detectadas son propias de un evento de magnitud fuerte.

Las predicciones sugieren que el evento estaría próximo a alcanzar su máxima intensidad en este mes y que su influencia en el Pacífico oriental “se extendería inclusive hasta agosto del 2016”, señala el documento subido a la página de internet de la entidad.

Durante diciembre de 2015 el Pacífico tropical mantuvo una temperatura superficial del mar (TSM) sobre sus valores normales, alcanzando en la región oriental anomalías de hasta 3.5ºC.

Para el presente trimestre, los factores meteorológicos involucrados sugieren que las lluvias serán más intensas en Ecuador, norte de Perú, región central y oriental de Paraguay, sureste de Brasil, Uruguay, norte de Argentina y México.

Mientras que en Centroamérica, gran parte de Venezuela, norte de Colombia, nororiente y oriente de Brasil, llanos orientales de Bolivia y zona norte de Chile, las precipitaciones estarán por debajo de lo normal.

Incluso para la Agencia Nacional Espacial (NASA) de Estados Unidos existen los factores necesarios para que El Niño repita la intensidad de los eventos presentados en 1982-1983 y 1997-1998.

Según la entidad, existen tres factores para considerar la magnitud del fenómeno climático: el nivel de agua está elevado, altas temperaturas en el mar y el calentamiento global.

Alturas muy superiores a las usuales en el nivel del océano Pacífico son un indicador de que existe una gruesa capa de agua caliente, explicó William Patzert, técnico de NASA, a la agencia BBC.

El agua caliente y tibia que se ha acumulado en el océano Pacífico es lo que atrae los nubarrones y las tormentas que ya comenzaron en parte de América Latina, fundamentalmente en países por debajo de la línea del Ecuador.

Por su parte el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) no descartó que el calentamiento global haya incidido en los altos niveles de temperatura y humedad que se percibe en la región Litoral.

Raúl Mejía, coordinador regional del Inamhi, manifestó que no necesariamente existirán lluvias durante todos los días de los siguientes 4 meses. Sin embargo, no se ha desestimado la probabilidad de lluvias torrenciales que puedan generar grandes estragos en la Costa.

Las lluvias torrenciales caídas en los últimos días en Guayaquil, Esmeraldas y Galápagos causaron inundaciones. (I)

RECOMENDACIONES PARA EL HOGAR

Las lluvias y el ambiente húmedo actual contribuyen a que se generen malos olores en casa, dificultades para secar la ropa, proliferación de mosquitos y enfermedades.

El baño y la cocina son sitios claves donde debe prevalecer la limpieza. Por ello, el doctor Rodrigo Olmedo recomienda el uso frecuente de cloro y desinfectantes para asear pisos, mesones y paredes.

La vajilla usada para comer debe ser lavada de inmediato y los desperdicios depositados en tachos de basura cerrados, sugiere el galeno que pertenece al Centro de Investigación de una empresa jabonera.

Los utensilios de cocina, así como los objetos de aseo personal como cepillos de dientes y jabones tienen que estar guardados, con el fin de evitar que insectos se posen sobre ellos.

En la sala, comedor y habitaciones hay que usar productos que eliminen o alejen bichos y animales rastreros, pues estos son trasmisores de enfermedades.

El patio, terraza y exteriores de las casas son zonas críticas, sostiene Olmedo, por cuanto puede acumularse agua y formarse criaderos de moscos que causan malaria, dengue o chikungunya. Hay que mantenerlos secos.

El agua lluvia, según el galeno, se la puede usar para el lavado de pisos, ropa o aseo de inodoros, pero no en actividades de cocina o aseo personal. Si es para consumo hay que echarle cloro.

El lavado de la ropa es clave, pues si no se seca bien, genera hongos y malos olores. Es preferible el uso de productos que no dejen residuos. Además de improvisar tendederos dentro de casa, pero cerca de ventanas.

Antes de tender las prendas tienen que estar bien exprimidas para ayudar que el secado sea más rápido, evitando que gotee agua sobre el piso. (I)